Una de las asistentes del Madrid Arena asegura que se repartían entradas a menores en colegios

  • Un relaciones públicas repartió hasta 180 entradas a la fiesta por centros escolares
  • Este jueves declaran dos amigas de una de las fallecidas, Belén Langdon, que asistieron al evento.
  • Una de ellas quedó atrapada también en la avalancha, pero fue rescatada.
  • "Le clavé las uñas a un niño que tenía encima para ver si respiraba".
El magistrado Palop, encargado del caso, en su llegada al juzgado.
El magistrado Palop, encargado del caso, en su llegada al juzgado.
Juan Carlos Hidalgo/EFE.
El magistrado Palop, encargado del caso, en su llegada al juzgado.

Una de las jóvenes asistentes a la fiesta de Halloween del Madrid Arena ha revelado este jueves durante su declaración que Diviertt vendió a través de un relaciones públicas hasta 180 entradas a la fiesta a menores de su colegio, y a otros tantos de otros centros escolares a los que asistían amigos suyos.

Así lo ha manifestado el abogado Abdon Núñez, que defiende a la familia de Belén Langdom, tras concluir la declaración de Belén.S., amiga de la víctima. Durante su testifical, los abogados han confirmado su sospecha de que la empresa de Miguel Ángel Flores podría haber vendido entradas en colegios.

"Todo estaba calculado. El que vendía las entradas era un menor al que Diviertt le daba invitaciones. Está claro que Diviertt organiza una fiesta vendiendo entradas para menores, con una ausencia total de control de acceso y eso trajo consigo una desgracia", ha señalado el letrado.

Durante dos horas, la joven, que resultó herida, ha relatado los momentos de "angustia" vividos en el vomitorio después de que unas personas de seguridad "con chalecos amarillos" cerrasen las puertas de acceso a la pista central en el momento de la actuación de Steve Aoki.

"No paraba de repetir la palabra angustia, iba de la mano de Belén, cayeron al suelo y cuando se intentaron levantar se le cayeron encima siete personas. Escuchó gritos de auxilio de 'nos estamos muriendo', 'No podemos respirar' y tenía el brazo torcido. Ella le clava las uñas a un niño que tenía encima para comprobar si respiraba", ha explicado Núñez.

Tras perder la consciencia y con un brazo roto y una pierna "machacada", la menor ha dicho que un joven la cogió en brazos y la llevó hasta un baño donde, ya consciente, vio a otros 50 chicas tiradas en el suelo "sin que nadie les prestara el más mínimo interés".

La otra testigo padeció una grave lesión en la pierna izquierda

La segunda testigo ha contado, según Siñériz, que permaneció en una pared más de hora y media hasta que a las seis de la mañana un agente de Policía Nacional le pregunta y llama al Samur.

"Es absolutamente tremendo lo que ocurrió", ha considerado la abogada, antes de explicar que la joven padeció una grave lesión en la pierna izquierda, por las que está en tratamiento psicológico y farmacéutico.

Además de la falta de control en los accesos y la ausencia de atención médica y de seguridad, los abogados han valorado que los testimonios de las dos jóvenes certifican que el personal de Kontrol 34, los llamados "chalecos amarillos" por las jóvenes, cerraron el "único" acceso que comunicaba el vomitorio con a la pista central.

Una decisión que provocó que los asistentes que querían entrar en la pista donde comenzaba la actuación de Steve Aoki diesen la vuelta y se produjera el tapón en el túnel.

Todavía tiene que declarar Daniel M., otro de los jóvenes que presenciaron los hechos, comparecerá el viernes. El agente municipal Javier Castro prestará su testimonio el próximo miércoles. Castro fue uno de los policías que formó parte del operativo desplegado por orden de Cándida Jiménez, responsable policial del distrito de Moncloa-Aravaca.

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