Los parques de Madrid se secan por los recortes en zonas verdes y en el suministro de agua

  • El Ayuntamiento de Madrid reduce un 8% el dinero para zonas verdes y también baja el de abastecimiento de agua, pese a que ahora hay más zonas que cuidar.
  • Las fuentes están secas, al césped le falta riego y el mobiliario sufre vandalismo.
  • La dejadez afecta más a los parques del sur, mientras que se salvan Madrid Río y jardines históricos como el Retiro o el Capricho, según vecinos y jardineros.
  • A partir de agosto, el Consistorio pagará menos a las empresas de conservación de parques si hay suciedad, árboles muertos, malas hierbas o fuentes rotas.
Césped seco en las praderas del parque Rodríguez Sahagún, en el distrito madrileño de Tetuán.
Césped seco en las praderas del parque Rodríguez Sahagún, en el distrito madrileño de Tetuán.
JORGE PARÍS
Césped seco en las praderas del parque Rodríguez Sahagún, en el distrito madrileño de Tetuán.

Recorrer los parques de Madrid es un ejercicio de contrastes. Por un lado, están los parques-escaparate, como Madrid Río y sus jardines bien cuidados, El Retiro y su exhuberante vegetación o El Capricho y su diseño paisajístico. Pero la conservación de los parques urbanos madrileños presenta una cara bien distinta en otros puntos de la ciudad: praderas de césped secas y sin riego en el parque Rodríguez Sahagún (Tetuán), lagunas enfangadas en el parque Emperatriz María de Austria (Carabanchel), rías sin agua en el de Aluche (Latina) o en Sanchinarro (Hortaleza), mobiliario deteriorado en el Tierno Galván (Arganzuela) o grafitis y ataques vandálicos en los parques del Oeste y de la Bombilla (Moncloa), según denuncias vecinales y de ecologistas.

"La mayoría de los parques presentan un aspecto espantoso", sentencia el responsable de Medio Ambiente en la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm), Francisco Caño. "No se salva ninguno de la degradación, a excepción de los grandes parques como El Retiro o la Casa de Campo, los históricos como El Capricho y Fuente del Berro, o Madrid Río", añade Caño. Mientras, los ecologistas creen que se aumenta la conservación de unos parques a costa de dejar morir a otros: "La dedicación del Ayuntamiento es total hacia Madrid Río. Allí se invierte en personal y recursos, es la imagen de Madrid y la que se lleva todos los recursos", apunta Juan Garcia, de Ecologistas en Acción.

La dejadez general del resto de zonas verdes madrileñas coinicide con una reducción de las partidas presupuestarias destinadas a su conservación. El Ayuntamiento prevé dedicar este año 144,19 millones de euros al programa "Patrimonio Verde" (un 7,98% menos que en 2012), que incluye el mantenimiento de zonas verdes y arbolado. También cae el dinero para el agua: la partida "Ingeniería ambiental y control y calidad del agua" será este año de 37,05 millones de euros, un 36,4% menos que en 2012. En concreto, el suministro hídrico para zonas verdes cae un 2%. A pesar de este descenso, la superficie verde a conservar ha aumentado un 3,5% en el último año.

Recortes, menos personal y descontrol

La falta de agua es el principal problema que aqueja a los recintos verdes de la capital. "El riego es insuficiente, lo que provoca que el césped esté en mal estado", apunta Cándido Rodríguez, representante de CC OO entre los jardineros madrileños. Además, los trabajadores han detectado "que ha bajado la calidad de los cuidados, la limpieza ya no se hace siempre diariamente, las calvas no se repueblan y los desperfectos no se arreglan hasta que no se recibe una queja vecinal", añade Rodríguez. En su opinión, las razones de esta falta de cuidados son tres: "Los recortes presupuestarios, la reducción de personal al no sustituir las bajas y la falta de control por parte del Ayuntamiento a las empresas adjudicatarias".

La falta de vigilancia del Consistorio es, según los ecologistas, la gran asignatura pendiente: "El Ayuntamiento deja el cuidado al arbitrio de las concesionarias, pero éstas solo priman la rentabilidad económica. Por ejemplo, en lugar de curar un árbol enfermo, lo eliminan y se pierden zonas de sombra; en lugar de hacer podas selectivas, las hacen generalizadas; y no dedican el personal necesario", se queja Juan García.

Para mitigar este descontrol, el Ayuntamiento está poniendo en marcha un nuevo sistema de contratación de servicios públicos, por el cual se penalizará a las empresas que no cumplan los objetivos. En el caso de la conservación de zonas verdes, la nueva adjudicación entrará en vigor el 1 de agosto y se unificará con los contratos de limpieza urbana, juegos infantiles y mobiliario urbano. La ciudad se dividirá en seis zonas, cuya conservación estará repartida entre cuatro empresas. Este contrato tendrá una duración de 8 años, con un presupuesto de 2.316,9 millones de euros, según los expedientes públicos.

Fuentes municipales consideran que esta nueva fórmula "asegurará la calidad de la conservación de espacios públicos, habrá un mayor control de los servicios y generará un ahorro al unificar la gestión". El Ayuntamiento ha establecido 68 indicadores de calidad que deberán cumplir las adjudicatarias si no quieren sufrir una penalización económica. Es decir, dichas empresas cobrarán menos si no limpian debidamente las zonas verdes, dejan malas hierbas en los parterres, se le mueren un número excesivo de árboles, no se arreglan las fuentes tras una avería o hay presencia de grafitis en el mobiliario urbano, entre otras exigencias.

El resto de la región, mejor que la capital

Los parques urbanos del resto de grandes municipios de la región presentan un mejor estado de conservación, a juzgar por las opiniones de sus asociaciones de vecinos. En Alcorcón consideran que "los parques están relativamente bien para los tiempos que corren", según José Fadón. Lo mismo opinan en Fuenlabrada: "En lo esencial, el mantenimiento de las zonas verdes está en perfectas condiciones. Ahora hay que priorizar gastos", apunta Teófilo García. Mientras, en Leganés aseguran que el parque Polvoranca (uno de los mayores de la región) "está bien cuidado, pese a que algunos accesos son poco transitables", según Felisa González. En cambio, en Móstoles denuncian que los grandes parques están bien cuidados, "pero las pequeñas zonas verdes se están secando porque se dejan de regar", cuenta Pedro Cánovas.

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