La hermana de Salud dice ella que sufrió "malos tratos psicológicos" pero que "no quiso" denunciar

La hermana de Salud G.C., la mujer que en septiembre de 2011 murió a manos de su marido en su domicilio de Vícar (Almería) después de que iniciara los trámites de divorcio, ha señalado este martes en la segunda sesión del juicio con jurado que su hermana sufrió "malos tratos psicológicos" a lo largo de toda su relación pero que "no quiso" nunca denunciar a su marido.

La hermana de Salud G.C., la mujer que en septiembre de 2011 murió a manos de su marido en su domicilio de Vícar (Almería) después de que iniciara los trámites de divorcio, ha señalado este martes en la segunda sesión del juicio con jurado que su hermana sufrió "malos tratos psicológicos" a lo largo de toda su relación pero que "no quiso" nunca denunciar a su marido.

Durante la sesión que acoge la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, María G.C. ha respondido a las preguntas de las partes durante más de media hora en la que ha explicado que si bien su hermana no llegó a sufrir agresiones "físicas" por parte de Francisco Antonio J.J., para el que el fiscal pide 31 años de prisión bajo la acusación de asesinato, sí fue víctima de "malos tratos psicológicos".

Fuentes judiciales han explicado a Europa Press que la mujer ha dibujado un perfil de maltratador en torno a la figura del acusado quien, según su declaración, tampoco llegó a ser un buen padre con la hija menor que tenía con la víctima. En este sentido, ha indicado que propuso en varias ocasiones a su hermana denunciar a su cuñado, pero que ella rehusó este extremo.

Asimismo, a las preguntas de la defensa, que interesa una pena máxima de dos años y seis meses de prisión por un delito de homicidio con varias atenuantes, la mujer ha dado detalles del escenario del crimen al que llegó junto con la policía y en donde encontró a su cuñado poco después de que acabara con la vida de su hermana.

Durante la sesión de este martes también han declarado tres jóvenes quienes el día de los hechos y desde el exterior de la casa, en una plaza contigua, dijeron haber presenciado la agresión. En este sentido, dos de las chicas solo han podido asegurar que oyeron "golpes secos" y "gritos" de la víctima sin que pudieran ver a su agresor, que sí fue vislumbrado por un tercer joven.

Este testigo ha señalado que pudo distinguir al agresor, que acabó con la vida de su esposa mediante los golpes que le propició en la cabeza contra el suelo y el mobiliario de la casa, cuando estaba "muy pegado" a la puerta del balcón, momento en el que, al advertir que era observado, "corrió las cortinas" para evitar ser visto.

No obstante, los agentes de la Guardia Civil que han declarado posteriormente que, según las pruebas recogidas en el lugar de los hechos, no se ha conseguido comprobar más restos de sangre en las cortinas que unas "salpicaduras", sentido en el que han situado la agresión a unos dos metros hacia dentro desde el balcón de la casa.

En relación a que el acusado, que declaró su adicción al alcohol, pudiera haber bebido previamente, los agentes han señalado que no tuvieron indicios de que el hombre pudiera haber bebido previamente, de forma que tampoco se encontraron botellas salvo un casco de cerveza en la cocina, aunque también han reconocido que no buscaron botellas por la casa ni se practicó una prueba de alcoholemia al detenido, quien presentaba también ciertas heridas.

El juicio, en el que la acusación particular pide 37 años de prisión al entender que la hija menor de la pareja también fue víctima de violencia psíquica en el ámbito familiar, se reanuda este miércoles con la declaración de dos miembros de la Policía Local de Vícar, así como de familiares y allegados de la víctima.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento