El Parlamento vasco ha puesto en marcha los trabajos para la aprobación de una ley destinada a endurecer los requisitos éticos y el régimen de incompatibilidades de los cargos públicos.

El grupo de trabajo para la elaboración de este texto se ha constituido este lunes en la Cámara autonómica, con el fin de que los partidos consensúen un documento que, posteriormente, debería ser aprobado en pleno para convertirse en ley.

Esta ponencia -que volverá a reunirse el 5 de septiembre_trabajará sobre una propuesta del PSE- EE, la Proposición de ley reguladora del código de conducta del cargo público y de su régimen de incompatibilidad, a la que el resto de formaciones ha registrado ya cerca de un centenar de enmiendas.

Entre otras medidas, el texto de los socialistas propone que, en los dos años posteriores a su cese, los cargos públicos no puedan ser contratados por empresas con las que hayan tenido "relación directa" en el ejercicio de sus cargos.

La proposición de ley, que endurece los requisitos éticos y el régimen de incompatibilidades de los representantes institucionales, pretende "eliminar los resquicios para las corruptelas", según explicó el PSE cuando registró el documento.

El texto inicial, en caso de no sufrir modificaciones en este aspecto, afectaría los trabajadores del Gobierno vasco y de los organismos que dependen de él, por lo que no tendrían repercusión alguna en el personal de las diputaciones y ayuntamientos. El Ejecutivo autonómico ya ha aprobado recientemente su propio código ético a través de un decreto.

"TRANSPARENCIA"

La ponencia, presidida por Juan Antonio Arieta-Araunabeña (PNV), estará integrada por la también jeltzale Ana Otadui, Laura Mintegi (EH-Bildu), Idoia Mendia (PSE), Borja Sémper (PP) y Gorka Maneiro (UPyD).

El presidente de la ponencia, en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlamento, ha confiado en que los grupos consensúen una ley que contribuya a incrementar la "transparencia" y el "compromiso ético" en el ejercicio de la actividad pública.