En concreto, se trata de dos trabajadores de la empresa contratada para la extracción del cable soterrado, que también están acusados de intentar estafar a la empresa "asentando en los albaranes más metros de los que realmente habían sacado".

Explica la Guardia Civil que la investigación comenzó cuando los agentes averiguaron que "una persona estaba intentando vender unos 7.000 kilos de cable telefónico", tras lo que se pudieron reunir como "suficientes pruebas para demostrar la supuesta implicación de dos trabajadores de la empresa encargada de la extracción del cable telefónico".

Así, señala que estas personas presuntamente anotaron en los albaranes, mediciones muy superiores a los metros de cable que realmente se habían extraído en una jornada laboral "con la intención de estafar a la empresa telefónica que les pagaba por metros de cable extraído".

Posteriormente, se pudo averiguar que parte de ese cable extraído lo habían intentado vender en chatarrerías o tiendas de metales de la comarca de Tierra de Barros, en una venta que habría supuesto un beneficio económico de mas de 12.000 euros.

Al sentirse descubiertos por la Guardia Civil, estos dos individuos entregaron el citado cable en los depósitos autorizados por la empresa de telefónica, todo ello "tras modificar los albaranes con los metros del cable extraídos, camuflar la entrega de las partidas y así intentar no ser descubiertos de la apropiación indebida y tentativa de estafa", explica.

La Guardia Civil continúa con la investigación, por si los ahora imputados pudieran haber reiterado esta conducta delictiva en otras ocasiones. Las diligencias junto con las imputaciones son puestas a disposición de los Juzgados de Instrucción de Zafra.