Consciente de que el boom de novela romántico-erótica es una moda que durará más o menos tiempo, la escritora española Megan Maxwell pone fin a la trilogía Pídeme lo que quieras, una muestra del género con "rollito español", en la que huye de la mujer sumisa y apuesta por la fémina "guerrera".

Jerez será uno de los escenarios principales del último volumen de esta historia (editada por Esencia, del grupo Planeta), Pídeme lo que quieras o déjame, que sale a la venta el martes 2 de julio.

Las dos primeras partes se encuentran en las listas de los libros más vendidos, y en ellas se narra la historia de amor de los dos protagonistas, Judith y Erik, aderezada con el morbo de las orgías sexuales a las que ambos son aficionados.

Maxwell, de padre norteamericano y madre española, afincada en Madrid, confiesa que no se esperaba el éxito que sus novelas eróticas han tenido, ya que ella se dedicaba a otros estilos dentro del género romántico, como el histórico.

"Cuando me propusieron que escribiera una novela erótica dije que no, aunque en mis anteriores novelas siempre incluía escenas de sexo". Pero, después de pensarlo, decidió probar y a la vista está el resultado.

La historia de Pídeme lo que quieras iba a estar compuesta solo de dos partes, pero "con el revuelo que se armó con la primera y la segunda los lectores pidieron más" y, pese a que ya había acabado con el final que quería, retomó la historia y escribió una tercera parte.

Como escritora muy activa en las redes sociales, Maxwell confiesa que para inspirarse cogió "boli y papel" y repasó algunas de las ideas que sus seguidores le habían apuntado y así ha utilizado lo que sus lectores habían pedido.

A pesar de que su público ha sido hasta ahora casi enteramente femenino, el género erótico le ha hecho un hueco entre los lectores masculinos que, asegura, le escriben "encantados" por lo que han leído.

Maxwell atribuye el éxito de esta trilogía al carácter más cercano y al "rollito español" de sus personajes, con una mujer de carácter que "no es nada sumisa", como es el caso de protagonistas de otras sagas: "He querido darle una actitud muy nuestra, muy española, de mujeres que sabemos lo que queremos y lo que no".

Reconoce que el éxito de este género ha tenido en E.L. James, la autora de Cincuenta sombras de Grey, una gran ayuda, aunque asegura que la novela erótica "lleva toda la vida". "Lo que pasa es que la gente que renegaba de la novela romántica, ahora ha visto que le gusta, porque hombres y mujeres buscan el erotismo", sostiene.

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