Luis Bárcenas se ha convertido en la estrella del módulo IV de la prisión de Soto del Real desde que fuera encarcelado el jueves por la noche por riesgo de fuga ante el abultado patrimonio que esconde en el extranjero. Muchos reclusos quieren hablar con él, incluso hay quién le ha pedido autógrafos, señalan a 20minutos fuentes penitenciarias, que dicen que su ingreso en la cárcel madrileña les recuerda a los tiempos de Mario Conde, otro recluso con fama dentro de prisión.

También han sido comunes en su primer fin de semana las chanzas hacia los motivos que le han llevado a la cárcel, ya que muchos presos, de forma irónica, le piden que les dé algún sobre con dinero, en una clara alusión a los supuestos sobresueldos que Bárcenas pagó a dirigentes del PP cuando era tesorero del partido. Fuera de las bromas, Bárcenas no está teniendo problemas en el módulo IV, con una capacidad para 144 presos.

Bárcenas está en la misma sección en la que estuvo el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa, liberado el pasado 20 de junio. Se trata de la sección de preventivos y primarios, destinada a reclusos aún a la espera de juicio y por tanto sin condena y también para reclusos encarcelados por primera vez y sin delitos violentos a sus espaldas. Bárcenas tiene como compañero de celda al mismo recluso que estuvo con Blesa, "un preso español, primario, que no causa problemas y de confianza para la dirección". Igual que tuvo que hacer de 'cicerone' con Blesa, ahora lo hace con Bárcenas. Sólo hay otro módulo igual que el IV en Soto del Real, el I, donde está el expresidente de la patronal española Gerardo Díaz Ferrán. En ningún momento coincidirá con Bárcenas.

Bárcenas ya ha pasado, como todos los presos, por una primera evaluación de un trabajador social, un médico y un psicólogo. Su horario dentro de prisión es monótono y estricto, y al parecer no es del agrado de Bárcenas, ya que ha comentado que no le gusta acostarse tan pronto, según las mismas fuentes. Las celdas se abren a las 8.30 de la mañana. Luego se sirve el desayuno. De momento, Bárcenas no se ha apuntado a ninguna de las actividades que ofrece su módulo, como yoga, gimnasia o idiomas. La comida es a las 13.30 horas. Luego siesta en la celda hasta las 16.30 horas. La cena, a las 20.30 horas. Y de vuelta a la celda a las 21 horas, demasiado pronto para Bárcenas. Y eso que es horario de verano. En invierno será a las 20 horas.

La celda que comparte con su 'cicerone' apenas tiene diez metros cuadrados, con dos camas en litera, una mesa, estanterías, ducha, váter y lavabo donde no falta la gomina. El extesorero ya ha recibido la visita de su chófer personal, que según fuentes solventes trabajó para otro alto cargo del PP de Madrid, que le ha traído ropa de sport para estar más cómodo en prisión. Sobre todo una gorra de la que no se separa.

Y es que Bárcenas tiene derecho a diez llamadas telefónicas de cinco minutos por semana (ya ha hablado con su mujer Rosalía y sus abogados), a tener a su disposición 100 euros por semana para sus gastos y a recibir una visita de 40 minutos a la semana a través de locutorio. Una vez al mes, al menos, tendrá acceso a un vis a vis íntimo.