La crisis ha obligado a Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) a primar la rentabilidad económica frente a la social, justo lo contrario de lo que hasta había defendido.

Un claro ejemplo es la conexión de Metrovalencia con el Aeropuerto. Y es que, según fuentes de FGV, la estación del aeródromo de Manises ha perdido un 15% de viajeros desde la implantación del tarifazo en septiembre del año pasado.

Hasta entonces, el billete sencillo para viajar desde Valencia hasta el aeródromo costaba 2 euros, y el bonometro 10,20 euros, al abarcar dos zonas de tarifación (AB). Sin embargo, con la última subida de precios aprobada en septiembre, se aplicó una tarifa especial al aeropuerto y el billete pasó a costar 3,90 euros (zona ABCD), mientras que el bonometro sobrepasó los 20 euros. Así, pese al descenso de viajeros, los ingresos en este tramo se han disparao un 50%.

Desde la entidad han justificado el encarecimiento en la equiparación al resto de explotaciones de metro que aplican suplementos a los aeropuertos. Por ejemplo, en Madrid se pagan 3 euros más sobre la tarifa normal, según han informado.

Además, han asegurado que el precio del billete está en la media del resto de explotaciones de Europa, incluso por debajo de muchas ciudades.

La estación venía acogiendo mensualmente entre 50.000 y 90.000 viajeros, dependiendo de la época del año y, a partir de septiembre, estas cifras han bajado un 15% «en consonancia con la pérdida de viajeros que están experimentando los distintos medios de transporte por la crisis», han explicado