"Desde que me enteré, ni salgo ni hago guardias. Llamé al responsable de mi base y le dije que, o teníamos cobertura, o yo no atendía a nadie. No me la voy a jugar con los pacientes". Alfredo (nombre ficticio) es técnico en emergencias (TEM). Como él, alrededor de 4.000 voluntarios de ambulancias y coches de protección de la Cruz Roja, Summa, Protección Civil y Samur en Madrid se encuentran desde hace un año en un limbo legal provocado por un fallo de la Administración que aún no tiene fecha de resolución.

Básicamente, Alfredo y sus compañeros han dejado de estar reconocidos como personal sanitario según le confirmó la agencia sanitaria madrileña Laín Entralgo. Y la culpa la tiene el Real Decreto 836/2012.

En junio del año pasado, el Estado aprobó esta norma para establecer, entre otros, los requisitos que debía cumplir el personal dedicado al transporte sanitario de emergencias. A partir de su entrada en vigor, solo se podría acceder a un puesto de este tipo tras haber cursado una FP de dos años. Para los que ya ejercían, se establecía un período de convalidación.

El decreto, sin embargo, se olvidó de los voluntarios, que constituyen, paradójicamente, el grueso de los cuerpos de emergencias. "Al aprobarse la nueva normativa, de rango superior, se derogó toda la ley autonómica, de manera que nada nos ampara", recalca Alfredo. "Además, la Comunidad de Madrid cerró la agencia Laín Entralgo, que era la que nos daba la formación, por lo que nadie está haciendo los cursos de reciclaje obligatorios. Mi título caducó en diciembre y no tengo manera de renovarlo", denuncia.

Carlos Urkía, director de Salud y Socorros de Cruz Roja Madrid, confirma la situación: "Todos nos quedamos sorprendidos. Los técnicos voluntarios se han quedado en un vacío, lo que les ha causado mucha preocupación, aunque si se aplica una buena praxis al intervenir, no tiene que pasar nada. Además, todo nuestro personal tiene un seguro profesional".

Aunque existen sentencias que reconocen a los voluntarios el mismo estatus legal a estos efectos que los profesionales, la mayoría de los voluntarios no lo tiene tan claro. Samuel, que acudía con regularidad a una de las 20 bases de Cruz Roja repartidas por la región, tampoco quiere salir ya: "No te puedes acordar de todo si no haces los cursos. Vale que no hacemos procedimientos invasivos, pero sí transporte, atención básica e incluso reanimaciones cardiorrespiratorias. No es tan fácil recordar los pasos en todos los casos".

El Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid señalan al Ministerio de Sanidad como responsable. Este, a su vez, reconoce que ha tenido que tramitar una modificación del decreto porque el anterior tenía importantes carencias. "Ahora mismo estamos en período de consultas. No tenemos fecha de puesta en marcha", reconoce una portavoz.

Este compás de espera ha hecho, según los sindicatos, que la Comunidad de Madrid tampoco haya convalidado los títulos de los técnicos profesionales, para lo que tenía un plazo de dos meses desde la aprobación del decreto regulador. "Están a la espera de ver qué pasa. No tenemos constancia de una sola habilitación hasta el momento", asegura David Prieto (CC OO).

Cada ambulancia lleva entre 3 y 4 técnicos de emergencias. Estos, a diferencia de un médico, no pueden realizar técnicas invasivas. Su labor se refiere a todo lo relativo al cuidado del enfermo o accidentado, inmovilización, traslado, evacuación y estabilización de constantes, aunque también pueden iniciar las maniobras de reanimación, siempre ayudados de un aparato semiautomático.