Fra.Biancoshock, experiencias callejeras con un humor crítico

  • El autor italiano define sus intervenciones en la vía pública como "experiencias poco convencionales" y no como arte urbano.
  • Rechaza que se le considere un artista y critica el aura divina que se le otorga a los creadores "como si fueran elegidos de Dios".
  • Se inspira en las formas del mobiliario urbano, la mirada de los transeúntes y "el sentido de imposibilidad" en el que considera que vive su generación.
Intervención callejera de Fra.Biancoshock en Praga
Intervención callejera de Fra.Biancoshock en Praga
© Fra.Biancoshock
Intervención callejera de Fra.Biancoshock en Praga

De la descuidada esquina de un edificio, sobresalen por un lado un brazo y por el otro dos piernas, como si un hombre hubiera sido aplastado por la construcción. En la pared hacia la que apunta una cámara de vigilancia se exhibe un cartel de Snellen como el que utilizan los ópticos para examinar la vista de los pacientes. En un nicho al nivel del suelo, todavía vacío y sin nombre, un colorido felpudo en el que se lee "bienvenido" transforma de manera siniestra el escenario.

El italiano Fra.Biancoshock (Milán, 1982) no busca que se le considere un artista y define sus intervenciones callejeras como "experiencias poco convencionales". Es de la opinión de que cualquier persona con una buena idea "puede salir a la calle, o a donde quiera, y realizarla" y rechaza el aura divina que en los circuitos del arte se les otorgan a los creadores, "como si fueran elegidos de Dios".

Trabaja "de 40 a 50 horas a la semana" como empleado en una empresa de servicios. En su escaso tiempo libre elige "callejear en busca de ideas" y comunicarlas con la gente normal de manera accesible y con materiales baratos y sencillos. Le inspiran las formas del mobiliario urbano que ofrece Milán, la mirada de los transeúntes y "el sentido de imposibilidad" en el que considera que vive su generación.

Una papelera con el cartel de una empresa de trabajo temporal

Con intervenciones como la de añadir el cartel de una empresa de trabajo temporal a una papelera animando al que busca empleo a "insertar su currículum" en el cubo o pintando un paso de cebra para cruzar las feroces vías del tren Fra.Biancoshock une el humor y el surrealismo amargo para mostrar su perspectiva del mundo, "en situación límite, saturado y cansado".

La mayor satisfacción la recibe al descubrir las reacciones de quien contempla las "experiencias" callejeras y declara que no le importa demasiado si gustan o no, sino que se reciba el mensaje con éxito. En sus 10 años de experiencia ha trabajado en varias ciudades europeas e incluso ha llegado a lugares tan lejanos como Singapur o Kuala Lumpur (Malasia). Este verano visitará España y hará "una pequeña contribución" creativa, pero no especifica la ciudad.

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