No nos engañemos: tener un cuerpazo como el que lucía Bo Derek en la indeleble película 10, la mujer perfecta se consigue con una genética envidiable o bien machacándonos en un gimnasio. Si descartamos la primera opción, está claro que, en el mejor de los casos, aspirar a un físico que se ajuste a nuestras terribles exigencias solo se logra con esfuerzo y combinando diferentes técnicas. O lo que es lo mismo: sudor y muchas lágrimas.

Un gran aliado son las cremas reductoras y reafirmantes. Aunque de nada sirve tener el baño atestado de infinidad de botecitos –el horror vacui se palpa hasta en los azulejos– con lo último que ha salido al mercado si luego no somos constantes en su aplicación. Solo de esta forma (y armadas de mucha paciencia) conseguiremos resultados visibles... eso sí, que nadie espere un milagro.

'No pain no gain', viene a decir que sin esfuerzo no se obtiene ningún resultado. Un mantra del mundo del deporte que muchos asumen como una filosofía de vida. Y es que para estar buenorra y que el bikini quede niquelado es indispensable alternar los beneficios de la cosmética con el ejercicio físico constante (hacer deporte tres veces a la semana y durante 30 minutos) y una dieta equilibrada.

Si quieres eliminar calorías en poco tiempo, lo mejor es hacer algún ejercicio aeróbico o darle al cardio. Ahora, lo que vuelve a estar de moda es practicar running, que viene a ser salir a correr, pero dicho en plan cool. Un deporte barato que, a diferencia de otros, no requiere de una habilidad especial para practicarlo.

Antes de nada, hay que tener en cuenta que es fundamental correr a un ritmo constante. De poco sirve comenzar a correr como si nos creyésemos Usain Bolt. No lo somos, nos vamos a cansar muchísimo y el organismo no empieza a quemar grasas hasta pasados los primeros 15 minutos. El running hay que disfrutarlo: es un deporte que engancha, libera el estrés y no hay que esperar mucho para ver los resultados.

Otro aspecto fundamental para modelar nuestra figura es la alimentación. Hacer una 'huelga de hambre' para desechar, a toda velocidad, de nuestro cuerpo el excedente que nos acompaña desde hace tiempo es una estupidez. Precisamente, los nutricionistas desaconsejan totalmente los regímenes estrictos basados en la ingesta masiva de un único alimento durante semanas, porque son fatales para el organismo. Al borde de la inanición por tanto ayuno es lógico que se pierda peso, pero este se recupera fácilmente cuando volvemos a comer con normalidad. De hecho, restringir el consumo de alimentos solo hace que comamos con más ansiedad y, por tanto, el doble.

Perder peso de forma saludable es posible, basta con cambiar una serie de hábitos alimenticios. Un estudio de la Universidad del East Anglia británica, publicado  en la British Medical Journal, demostraba que las personas que comían alimentos que no tuvieran mucha grasa también adelgazaban sin necesidad de seguir ninguna dieta especial. Al final, el objetivo no es solo perder peso por razones estéticas, sino también para prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Protegerse de los rayos UVA para evitar un envejecimiento prematuro de la piel y prevenir el cáncer es el mantra del verano. El daño que causan a largo plazo es una "bomba de relojería con capacidad para modificar la expresión de determinados genes en las células cutáneas", explican desde los laboratorios de protección solar del grupo L'Oréal.

Además, nadie es igual frente a los rayos solares. La pigmentación de la piel, el color de los ojos y del pelo determinan qué capacidad tiene nuestro cuerpo de absorber la radiación solar. Las pieles claras, sensibles o que se enrojecen con facilidad son las que más riesgos corren. Los dermatólogos recomiendan aplicar cremas con un fotoprotector elevado (entre 40 y 50) para quienes se queman con facilidad.

1.- No esperes a tener sed. Se recomienda beber de 8 a 10 vasos de agua a lo largo del día, sin que haya necesidad de sentir sed para tomar agua. Tener la boca seca ya es un claro síntoma de deshidratación y el instinto de beber se pierde con la deshidratación progresiva.

2.- Mantener el equilibrio hídrico. La deshidratación suele producirse por el calor, la humedad o realizar ejercicio. Una pérdida del 2% de agua en nuestro organismo implica perder un 20% de energía física. Esto da pie a sentir fatiga, dolores musculares u otras complicaciones  más graves.

3.- Piel más joven. Una buena hidratación beneficia a la piel porque contribuye _a su elasticidad, retrasando el proceso de envejecimiento de las células.

4.- Elimina las toxinas. Gracias al agua, el cuerpo elimina las toxinas y todo aquello que no necesita. Además, favorece la actividad de los riñones.

5.- Gran diurético. Aunque resulte paradójico, para eliminar la retención de líquidos es fundamental beber mucha agua. Pues cuando el cuerpo detecta que no se ingiere suficiente agua lo que hace es almacenarla para tener reservas.

6.- Evita el estreñimiento. Ayuda a digerir los alimentos de forma correcta y a mantener un adecuado tránsito intestinal, evitando así los problemas de estreñimiento.

No te olvides

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