Los ministros de Agricultura de la Unión Europea, la Eurocámara y la Comisión discuten este lunes en Luxemburgo la posibilidad de que ningún sector pierda más del 30% del nivel de ayudas que recibe en la actualidad de la Política Agraria Común (PAC) cuando entre en vigor la reforma, como parte de los acercamientos que intentan las partes en la fase final de negociación para intentar cerrar un acuerdo político definitivo de aquí al miércoles.

Bruselas planteó en un inicio un reequilibrio de los apoyos para que todos los agricultores de una misma región o país cobraran el mismo apoyo por hectárea, independientemente de su cultivo o de su región, pero países como España y Francia rechazaron esta opción por considerarla muy perjudicial para sus agricultores.

Al término de un primer trílogo de este lunes entre las tres instituciones, la eurodiputada socialista Iratxe García, miembro del equipo negociador enviado por el Parlamento Europeo a Luxemburgo, ha señalado ciertos "acercamientos" entre las partes en asuntos como la convergencia interna.

García ha destacado que la 'tasa plana' dentro de cada país podría ser de un 60 % para cuando acabe el próximo periodo presupuestario, 2019-2020, pero ha advertido de que sería "siempre prevaleciendo que ningún sector pierda el 30%" del apoyo actual.

Minimizar el reequilibrio de las ayudas dentro de cada país ha sido una de las principales reivindicaciones de España, que considera que el sistema propuesto por Bruselas no tiene en cuenta la fuerte diversidad del campo español. El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, adelantó a su llegada a Luxemburgo que era consciente de las dificultades que planteaba la nueva forma de reparto de las ayudas a la producción española y ofreció "varios elementos de flexibilidad" para atenuar su impacto y convencer a España.

El propio ministro español, Miguel Arias Cañete, ha señalado a primera hora del día que el Gobierno aspiraba a porcentajes "muy inferiores" a los que se plantearon inicialmente y también a introducir una "cláusula de limitación de pérdidas".

Tras revisar a la baja sus aspiraciones sobre la convergencia interna, el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, ha aceptado a lo largo de la última semana un umbral menor de convergencia, pero dejando claro que se debe fijar una cifra de compromiso. El consenso podría llegar con un umbral de entre el 50 y el 70 % de la ayuda media de la región como pago seguro a todo agricultor de aquí a 2020, según han indicado fuentes europeas.

Segunda reunión

Los ministros, los eurodiputados y el comisario tienen prevista una segunda reunión a tres bandas en la tarde de este lunes para abordar cuestiones aún no tratadas, como el reglamento de la OCM que incluye los precios de intervención para sectores en dificultad y que España quiere revisar. También queda pendiente de debate la liberalización del sector del azúcar y del vitivinícola, que más de una decena de países, incluido España, quieren prorrogar más allá de las fechas inicialmente pactadas.

Por ahora, tanto desde la Comisión como desde la Eurocámara indican que se han producido progresos importantes en los últimos días y horas y que las tres instituciones "se están acercando unas a otras", según fuentes europeas. La tasa plana y el pago verde, que condicionará un 30 % de las ayudas directas a esfuerzos medioambientales concretos, son capítulos en los que las partes indican puntos en común.

Entre las cuestiones sobre las que se podría llegar a "entendimiento", en palabras de la eurodiputada Iratxe García, está el margen del sobre nacional que se podrá destinar a ayudas acopladas —que por el momento se mueve entre un 7 y un 12 %—. García se ha mostrado optimista aunque todavía se ha discutido la petición española de extender la lista de sectores que podrían beneficiarse de este tipo de apoyos, vinculados a la producción.

El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, advirtió a primera hora del día en un debate a puerta cerrada con los ministros que para ir "más allá" en la flexibilidad que reclaman para armonizar las ayudas exigiría "renunciar a ciertas medidas" como los pagos acoplados el 'greening' variable.

Fuentes próximas al comisario recuerdan que tanto Bruselas como la Eurocámara se han mostrado contrarias a ampliar la lista, en la que España querría incluir cultivos como el tabaco o el algodón, y que países como Reino Unido, Alemania y Suecia no ven con buenos ojos ampliar este tipo de subsidios.

Entre los principales escollos que siguen afrontando las negociaciones se encuentra la negativa de los 27 a tratar algunos elementos que dan por zanjados sin discusión con la Eurocámara, porque están vinculados a los presupuestos generales de la UE que pactaron los líderes europeos en su cumbre de febrero.

La convergencia externa —entre países— o el convertir en voluntaria la propuesta de Bruselas de limitar a 300.000 euros por año la ayuda máxima para una explotación, son parte de los asuntos sobre los que los eurodiputados reclaman decidir para permitir el acuerdo total. Una opción intermedia, según han indicado fuentes próximas a la negociación, sería contemplar una modulación "regresiva" para aplicar una reducción del 14 % las ayudas a partir de 150.000 euros y de un porcentaje mayor aún por discutir para los subsidios que superen los 300.000 euros.

Pase lo que pase en el segundo encuentro entre las tres instituciones no se esperan decisiones este lunes, ya que los ministros tendrán que acordar una nueva posición el martes, más próxima a la de la Eurocámara, y presentarla en una última sesión a tres bandas el miércoles en Bruselas. Por ello, aunque el martes se verían las posibilidades de acuerdo, la conclusión del mismo se aplazaría hasta el día siguiente.