Nace en el Hospital Virgen del Rocío el quinto bebé operado de espina bífida durante la gestación

Una mujer de 28 años ha dado a luz la semana pasada al quinto bebé operado intraútero de espina bífida en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, según ha informado este viernes en una nota el citado hospital, que también ha detallado que la madre, que se sometió a una cirugía fetal a las 26 semanas de gestación, ya ha sido dada de alta. El bebé, por su parte, se recupera satisfactoriamente en la Unidad de Gestión Clínica de Neonatología.

Una mujer de 28 años ha dado a luz la semana pasada al quinto bebé operado intraútero de espina bífida en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, según ha informado este viernes en una nota el citado hospital, que también ha detallado que la madre, que se sometió a una cirugía fetal a las 26 semanas de gestación, ya ha sido dada de alta. El bebé, por su parte, se recupera satisfactoriamente en la Unidad de Gestión Clínica de Neonatología.

En concreto, este hospital ha precisado que la compleja intervención se llevó a cabo el pasado mes de abril por especialistas en Medicina Fetal, Neurocirugía, Anestesiología y Reanimación, además de contar con la colaboración del grupo de investigación de Física Interdisciplinar de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla.

El equipo de Medicina y Terapia Fetal, dirigido por Guillermo Antiñolo, detectó la lesión en la tercera vértebra lumbar del feto en la 24 semana de gestación, después de practicar una ecografía y una resonancia.

El recién nacido tiene en la actualidad una movilidad y sensibilidad del cien por cien en sus piernas. Además, no presenta signos de hidrocefalia en las imágenes obtenidas mediante tac cerebral, que ha resultado normal, por lo que se ha podido evitar con la cirugía intraútero dos de las principales complicaciones de la espina bífida, según han detallado igualmente desde el centro.

Cirugía y alta complejidad en el proceso anestésico

Antes de iniciar la intervención, el equipo realiza una valoración preoperatoria muy exhaustiva. El estudio incluye una ecografía de alta resolución donde se valora la biometría del feto, se localiza la placenta y se determina la altura, el tamaño y la morfología de la lesión. Igualmente, los profesionales detectan el tamaño ventricular, la posición de los pies, la movilidad de los miembros inferiores, y excluyen otras anomalías fetales asociadas.

Los estudios se completan con una segunda ecografía, en este caso transvaginal (para medir la longitud del cuello del útero), y una resonancia magnética. Con los resultados, valoran los riesgos y beneficios de la cirugía fetal.

La intervención requiere que la madre reciba anestesia general junto con un catéter epidural para seguir controlando el dolor tras la cirugía. Este procedimiento anestésico es uno de los más complejos descritos en la Medicina, por lo que son necesarios controles intraoperatorios adicionales. Asimismo, resulta vital durante la operación fetal mantener el volumen uterino para minimizar el riesgo de desprendimiento de placenta, de contracciones uterinas y la consiguiente expulsión del feto.

El feto, una vez colocado en la posición óptima, queda inmovilizado a través del útero para que no se desplace durante la cirugía. Así, recibe anestesia fetal mediante una inyección intramuscular que controla el dolor y sus movimientos.

La madre y el feto se encuentran, de este modo, preparados para que los profesionales inicien la liberación del defecto de la médula espinal con la piel y puedan corregir la malformación del tubo neural. Posteriormente, cierran el útero, reponen el líquido amniótico simultáneamente, lo introducen en el abdomen y suturan la pared abdominal. Durante todo momento, el feto permanece monitorizado mediante ecocardiografía continua.

La cirugía fetal se realiza econ la ayuda de un quirófano integrado portátil patentado, que permite analizar y gestionar las imágenes quirúrgicas para monitorizar y registrar en tiempo real toda la actividad que se desarrolla durante la cirugía.

La intervención realizada es de una eleva complejidad y exige una exhaustiva preparación y seguimiento por parte del equipo de Medicina y Terapia Fetal, en el que participa un equipo multidisciplinar de expertos de reconocida experiencia. En total, una decena de profesionales ha participado en esta intervención.

De hecho, su actividad ha supuesto que se configure como uno de equipos de especialistas con mayor experiencia acumulada en este campo de Europa. Así, diferentes centros españoles han enviado al hospital sevillano a distintos profesionales para actualizar sus conocimientos en este tipo de intervenciones.

La espina bífida es una grave malformación del sistema nervioso central que afecta aproximadamente a uno de cada 3.500 recién nacidos vivos. La forma más frecuente de espina bífida es el mielomeningocele, para el que no existe un tratamiento óptimo tras el nacimiento.

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