La Junta seguirá "en alerta" mientras que el Estado no reponga el cinco como nota para beneficiarse de becas

Educación hará una revisión en profundidad de las Becas Segunda Oportunidad al haberse otorgado sólo un 5,7% de las previstas en dos años

La consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, ha asegurado que la Administración autonómica seguirá "en alerta" pese a la intención anunciada por el Ministerio del ramo de reconsiderar los términos del nuevo decreto de becas —que contemplaban una nota mínima de un seis para poder beneficiarse de la ayuda a partir del próximo curso—, puesto que la pretensión de la Junta es que "se haga la gracia completa y vuelvan a la casilla de salida", con la reimplantación del cinco como nota mínima para poder disfrutar de estas subvenciones.

Durante su intervención en la Comisión de Educación del Parlamento andaluz, Moreno ha insistido en la conveniencia de que el departamento que dirige José Ignacio Wert dé marcha atrás en el endurecimiento de requisitos académicos, habida cuenta de que ya se ha causado un "daño" a miles de alumnos que en este ejercicio se han quedado sin beca.

Tras recordar que las propias comunidades autónomas gobernadas por el PP contribuyeron al replanteamiento del Ministerio, dado a conocer en una Conferencia Sectorial a la que la Junta trasladó el debate por considerar que la situación empeora lo que de por sí ve como una "carrera de obstáculos" al final de la cual para muchos queda "el obstáculo insalvable del dinero", la titular autonómica de Educación también ha recordado que la tesitura sociocultural de la región andaluza supone, además, otra "desventaja".

De esta manera, la Consejería ha vuelto a defender el "enorme esfuerzo" realizado por la Administración andaluza para que la crisis "no golpee de lleno a los más vulnerables y a las familias", materializado tanto en el mantenimiento de los programas de becas y ayudas como en el menor impacto de las medidas del Gobierno central en Andalucía en lo que respecta a la salida del sistema de docentes interinos.

Por parte del Grupo de IU, la diputada Marina Segura ha dado cuenta de la afección a más de 10.000 alumnos y a unos 5.700 estudiantes universitarios en Andalucía de la nueva política de becas, que modifica las cuantías fijas y el umbral de renta familiar según unos criterios que "impiden" la planificación, así como el endurecimiento de los requisitos académicos, "una de las medidas más injustas y discriminatorias del PP en materia educativa", aspectos que la federación de izquierdas asegura no compartir de un modelo "restrictivo y segregador", en tanto que "se premia el rendimiento y el esfuerzo sin tener en cuenta las circunstancias que impiden a mucho estudiar".

Por ello, ha exigido la retirada del decreto "en su totalidad" la paralización de los expedientes de expulsión y una inversión "similar a las inyecciones a la banca".

El parlamentario del PSOE Francisco Menacho ha subrayado el "equivocado" razonamiento que guía al Gobierno central al permitir el beneficio de una beca con un 5,5 y denegarlo con un cinco siguiendo una supuesta "excelencia académica". Asimismo, ha recalcado el cambio de función del decreto, "que antes ayudaba a eliminar obstáculos y ahora se convierte en un modelo de incentivo o premio a resultados académicos".

Culpa de la consejería y su "pésima" gestión

De su lado, la diputada del PP María Francisca Carazo ha instado a la Junta a no "manipular" los datos —lo que ha negado Moreno, que señala que no se cuestionan los datos del Ministerio- y, al margen de reseñar la bajada del cinco por ciento en el número de solicitudes de becas como dato también a tener en cuenta, ha responsabilizado a la Consejería y a su "pésima" gestión, que ha dejado un sistema educativo "abandonado a su suerte y sujeto sólo a sus componendas". Así, ha recordado el "fracaso" del Plan de Calidad, donde se han "enterrado" 164 millones; los aprobados a alumnos "en los despachos" o la "presión" ejercida contra equipos directivos o docentes.

"Hay que potenciar la cultura del esfuerzo o pisotearla: se han mantenido los mismos créditos, y todos los alumnos que han solicitado beca y cumplido los requisitos la han obtenido", señala Carazo, que ha recordado, de otro lado, el "fracaso" de las Becas Segunda Oportunidad, encaminadas a dar una segunda oportunidad al esfuerzo y la capacidad del alumnado que por razones diversas abandonó sus estudios, con una dotación económica de 4.000 euros por curso escolar.

De hecho, la consejera ha reconocido que las previsiones no se han cumplido "ni de lejos", pues en los dos años en los que se ha habilitado esta convocatoria únicamente se han otorgado 346 de un total de 6.000 becas planeadas, un 5,7 por ciento, lo que supone la inversión de apenas 400.000 euros de los 24 millones previstos. Así, y a pesar de que la iniciativa fue objeto de modificaciones el pasado ejercicio, Moreno ha señalado que se hará una revisión en profundidad de esta beca, de la que ha reivindicado su carácter pionero en España, incluida en un plan de actuaciones para la lucha contra el abandono escolar.

La Junta también ha defendido el mantenimiento de su programa de ayudas, como la Beca 6.000, las ayudas individualizadas al transporte escolar, la gratuidad de los libros de texto —donde Moreno ha dado cuenta de un nuevo recorte del Gobierno central, pasando su dotación de 27 a cinco millones— o los Programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA), que la Administracióm regional mantiene en la actualidad de manera exclusiva con sus propios recursos.

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