Tarta de Santiago, en Santiago

  • La Cruz de Santiago sobre la tarta no aparece hasta bien entrado el siglo XX y la IGP existe desde el año 2010.
  • El Camino Francés cruza Melide, cuyo origen es una aldea prehistórica.
  • Portomarín es una de las capitales del aguardiente de Galicia.
Catedral de Santiago de Compostela.
Catedral de Santiago de Compostela.
ARCHIVO
Catedral de Santiago de Compostela.

La Tarta de Santiago es ya un clásico de la repostería española. La carta de centenares de restaurantes clásicos acaba, a los postres, con esta tarta de almendra. Está documentado que en 1577 existía un dulce llamado torta real, muy similar a la actual.

En realidad, la Cruz de Santiago sobre su superficie no aparece hasta bien entrado el siglo XX. Fue idea de una pastelería de Santiago de Compostela. Con el tiempo se ha convertido en símbolo de la ciudad del peregrino y, de hecho, desde 2010 está protegida por la I.G.P.

La Tarta de Santiago "de verdad" utiliza almendras en al menos el 33% del peso total, azúcar refinado (un 33% como mínimo) y huevo (25% como mínimo). Además, azúcar glaseado y pequeñas cantidades de vino dulce, orujo o brandy.

De modo estricto, podemos decir que no hay una Fiesta de la Tarta de Santiago pero sí muchos festejos en los que este postre es el protagonista. Es el caso de la Festa do Ramallo en Portomarín, en julio, o de la del Aguardiente, en marzo.

Puestos a degustar la Tarta de Santiago bien haremos en conocer ya no la ciudad de Santiago –no hará falta decirlo– sino algunas localidades de alrededor. Como Arzúa, conocida por su queso, y donde cabe destacar la iglesia de A Madalena, fundada en el siglo XIV, hoy habilitada como centro de exposiciones culturales.

El camino, palabras de resonancias muy específicas si la pronunciamos en estas tierras, nos puede acercar a Ribadiso, con un área de descanso a orillas del río Iso, que incluye un albergue formado por edificios medievales rehabilitados.

Más allá, Melide, cuyo origen está en una aldea prehistórica. El Camino Francés atraviesa esta localidad por seis parroquias. En sus afueras, no hay que dejar de ver la iglesia románica de Santa María de Melide, con magníficas pinturas del siglo XVI en el ábside, y la de San Roque, con uno de los cruceiros más antiguos de Galicia, de estilo gótico.

La ruta sigue por Palas de Rei, comarca formada por los municipios de Palas, Monterroso y Antas de Ulla. A continuación, Portomarín, una de las capitales del aguardiente de Galicia. Allí se creó la Serenísima Orden de la Alquitara, nombre que recibe el alambique donde se destila.

Portomarín estaba a un lado del río Miño hasta que en 1963 un embalse obligó a reubicar el pueblo en lo alto del monte de Cristo. Las ruinas del viejo pueblo emergen ahora como fantasmas sobre el agua en los años de sequía, embadurnadas por el lodo.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

Mostrar comentarios

Códigos Descuento