El alto comisionado de la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, ha asegurado que las reformas estructurales puestas en marcha por el Gobierno están siendo una muestra de flexibilidad que en unos años se traducirá en una mejora de la imagen del país, pese a que en el corto plazo estén suponiendo un "coste social, penalidades y dificultades".

Durante el seminario organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la Asociación de Periodistas de Prensa Económica (Apie), patrocinado por BBVA, el alto comisionado ha valorado también la red de protección social de España, que hace que haya una paz social que "sería impensable en otros países" si tuvieran también una tasa de paro que supera el 27%.

Por ello, ha visto con buenos ojos los mensajes positivos sobre la economía que están lanzando estos días diferentes miembros del Gobierno, en el que, además, no ve "triunfalismo". "Es mejor ser optimista, porque ser pesimista no sirve para nada; otra cosa es ser triunfalista, y yo creo que el Gobierno no es triunfalista, sino optimista", ha afirmado.

Espinosa de los Monteros ha insistido en que "España ha dejado de ser el conejo al que le han confundido los faros de un coche". En su opinión, el país ha reaccionado y "ya no es el centro de atención de otros países". "Estamos mejor que se hace seis meses", ha sostenido.

En este contexto, ha dicho que las reformas estructurales "están transformando la sociedad". "La realidad probablemente no la podemos ver porque estamos dentro del bosque y las ramas no nos dejan ver, pero dentro de unos años podremos decir que España fue capaz de acometer reformas que permitieron estar en una situación de mayor competitividad que otros no hicieron", ha añadido.

Dentro del capítulo de los deberes por hacer, Espinosa de los Monteros ha señalado que "España aún está lejos de transmitir una idea de país fiable y predecible" y sigue dando la imagen de un país "divertido".

El riesgo del soberanismo

Ante el crecimiento del soberanismo en algunas regiones españolas, Espinosa se ha mostrado tajante y ha asegurado que no se puede promocionar una región de España contra España. "Es inútil y además desacredita al que lo hace", ha subrayado.

El alto comisionado de la marca España se ha referido en particular a una eventual secesión de Cataluña, con la advertencia de que "cuando una rama cae, sufre el árbol, pero más sufre la rama". "Los planteamientos anti-España no son admisibles", ha reprobado.