El sindicato UGT ha presentado, en lo que va de año, cuatro denuncias contra Caixabank ante la Inspección de trabajo por "incumplimientos de jornada laboral", entre otras cuestiones.

En una nota, el sindicato denuncia la existencia en CaixaBank de "prolongaciones de jornada sin declarar y sin retribuir, fuera del horario de convenio, todo ello bajo presiones y amenazas de traslado hasta 1000 kilómetros, en caso de no realizarla; trabajos en festivos, como Día de Andalucía y Sábado Santo, igualmente bajo amenazas de traslado y sin declarar, con el consiguiente fraude a Hacienda y la Seguridad Social".

El sindicato exige "una adecuada evaluación de los riesgos psicosociales", toda vez que "las presiones, amenazas y exigencias de la empresa, los episodios relacionados con las preferentes o la venta de acciones, están suponiendo un aumento de los cuadros de enfermedad en la plantilla".

Asimismo, la central denuncia la contratación de trabajadores a través de una ETT, "cuando se encuentran 743 trabajadores en sus casas con el contrato suspendido".

UGT lamenta que estas cuestiones "afectan a la plantilla de Caixabank en Andalucía, pero lo hace de manera especial al colectivo proveniente de Cajasol, al que la Dirección de Caixabank considera 'de segunda' y un lastre a eliminar".

"CaixaBank olvida que los responsables de la situación a la que llegó Cajasol, no son sus trabajadores, sino la cúpula de dicha entidad", ha agregado el sindicato, quien lamenta "la falta de respuestas positivas y la falta de sensibilidad por parte de la empresa, lo que nos llevan a denunciar públicamente estas actuaciones, que está provocando que la plantilla esté cada día más deprimida, asustada y agotada".

Por ello, exige de CaixaBank que "cese en el mal trato a la plantilla y que sea coherente con la propaganda que realiza de empresa socialmente responsable, que en estos momentos no se corresponde con la dura realidad que están viviendo los trabajadores".