La edición número 14 de Gran Hermano llega esta noche del martes a su fin con cuatro aspirantes al codiciado maletín de 300.000 euros:

A las puertas se han quedado Juan Carlos, Nacho y Álvaro, expulsados este jueves por la audiencia. Álvaro fue precisamente uno de los principales ganchos de esta edición, al protagonizar una aparatosa caída en la primera gala; un incidente que se extendió como la pólvora por las redes y dio una inyección de audiencia al reality, que hizo el arranque más bajo de su historia, con un 19,3% de share.

Al final, no obstante, el 'tropiezo' de Álvaro no ha sido suficiente para levantar una de las ediciones más flojas en público, ni los striptease protagonizados por su presentadora, Mercedes Milá, ni las polémicas expulsiones de una de las concursantes, Argui, por una desafortunada broma sobre ETA, y de Danny, por destaparse que había pactado con Interviú dos posados antes de entrar a concursar.

Hasta la fecha, y tras varios cambios de día para eludir a 'rivales' potentes como Águila Roja, Gran Hermano 14 lleva una media de 18.3% de cuota de pantalla en sus galas, la más baja de su historia, seguida de la edición número 12, que registró un 18,5%.

Lejos quedan las cotas de seguimiento de las primeras ediciones, en las que se llegó a una media del 51,2% de cuota de pantalla, como fue el caso de la primera edición, en el año 2000.

Desde entonces, Gran Hermano ha seguido una evolución descendente en su gráfico de audiencia, a pesar de lo cual no solo ha sobrevivido para cumplir 14 ediciones, sino que además se ha defendido bien como líder del prime time.

Con la edición número 12 se hizo más patente el desgaste, llegando a los registros más bajos de su andadura, con el 15,1%, y un 22,2% en su gala final, la más baja de todas, aunque todo parece indicar que esta gala final de la decimocuarta no llegará a tanto.