El agua que usan para dispersar a los manifestantes lleva gas pimienta, según un medio turco

La Policía turca, lanzando cañoles de agua a los manifestantes para impedirles la entrada en la plaza Taksim de Estambul.
La Policía turca, lanzando cañoles de agua a los manifestantes para impedirles la entrada en la plaza Taksim de Estambul.
EFE
La Policía turca, lanzando cañoles de agua a los manifestantes para impedirles la entrada en la plaza Taksim de Estambul.

La policía turca ha añadido estos días una solución de gas pimienta al agua a presión que lanzan sus tanquetas para dispersar las protestas, según denunció este domingo el diario turco Milliyet.

Este medio ha publicado un vídeo en el que se ve a dos soldados echar el contenido de un bidón azul, identificado con la marca Jenix, en los tanques de los vehículos de agua a presión.

El bidón es idéntico al que se encuentra en la web de la empresa Jenix, identificado allí con las siglas JNX5073A, con la acotación de que únicamente se puede vender a instituciones públicas o fuerzas de seguridad. Jenix es una empresa turca, registrada en Estambul, que fabrica pulverizadores de gas pimienta para defensa personal.

Desde este sábado por la noche circulan por las redes sociales testimonios de manifestantes, apoyados por fotografías, que aseguraban haber sufrido graves irritaciones cutáneas y enrojecimientos tras haber sido rociados por el agua de los blindados policiales.

Ali Çerkezoglu, secretario general del Colegio de Médicos de Estambul, confirmó al diario Milliyet que según numerosos testimonios, las personas expuestas al agua de los blindados habían sufrido una reacción alérgica y una sensación de quemazón que duraba al menos dos horas en remitir.

También la Asociación de Médicos Turcos ha denunciado el uso "salvaje" de los gases lacrimógenos para reprimir las protestas antigubernamentales. "Desde el 31 de mayo, la policía intenta reprimir las manifestaciones pacíficas y legítimas. Las fuerzas policiales hacen un uso salvaje de los gases contra masas de civiles desprotegidos", se indica en un comunicado de esa asociación, que representa al 80 % de los médicos de Turquía.

"Pedimos al gobierno que ponga fin de inmediato a esta violencia bárbara y hacemos un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que actúe contra la represión brutal de las exigencias democráticas", indica el texto.

El Gobierno: "Es agua médica"

El gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, declaró por su parte que las tanquetas policiales utilizan agua a presión "con una solución médica" contra los manifestantes.

El gobernador negó en una rueda de prensa que se tratara de "productos químicos", algo que descalificó como "especulación falsa", pero admitió que el agua contenía una "solución médica", reconocible por su color diferente.

El gobernador confirmó también en su comparecencia ante la prensa que entre los 22 detenidos este domingo en Estambul había varios médicos, algo que justificó diciendo que estaban "ayudando a los manifestantes".

Cientos de médicos y enfermeros han hecho turnos estos últimos días para atender a los heridos de forma voluntaria, y el viernes, el Colegio de Médicos de Estambul denunció presiones del Ministerio de Sanidad para revelar sus nombres.

Mutlu señaló que los manifestantes recibían apoyo de "ciertos establecimientos", en una aparente referencia a varios hoteles de lujo que abrieron este domingo de madrugada sus puertas a quienes buscaban refugio, y advirtió de que la Policía podría intervenir. "Hasta ahora no hemos entrado en estos sitios, pero a partir de ahora podríamos hacerlo", anunció.

La UE avisa sobre el uso del gas

Por otro lado, el Consejo de Europa advirtió a las autoridades turcas contra el uso de gases lacrimógenos, y recordó que en caso de intervenir con la fuerza, ésta "tiene que ser estrictamente proporcionada y necesaria".

En una declaración de su secretario general, Thorbjørn Jagland, este recordó que "por ejemplo, en varias sentencias, el Tribunal (Europeo de Derechos Humanos) decidió que el empleo de gases lacrimógenos en lugares cerrados, incluidos los hospitales, no es ni necesario ni proporcionado".

"Hago un llamamiento a todas las partes a que continúe el diálogo. Se tiene que evitar cualquier escalada de la violencia", señaló el secretario general del organismo de derechos humanos europeo.

El mensaje de Jagland se conoció al tiempo que agentes antidisturbios turcos disparaban gases lacrimógenos en la céntrica calle Istiklal de Estambul, para impedir que un grupo de manifestantes se acercara a la plaza de Taksim, tomada desde el sábado por la noche por la Policía.

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