La policía checa ha acusado a altos cargos de abuso de poder por espiar a la esposa del primer ministro, Petr Necas, por orden de su jefa de Gabinete, en un caso que forma parte de las incriminaciones derivadas de una gran redada efectuada en varias sedes gubernamentales.

La Policía acusa a dos antiguos jefes del Servicio de Inteligencia Militar de haber "cubierto" una operación para espiar a la esposa del primer ministro, ordenada por su jefa del Gabinete, Jana Nagyová, según informó este viernes Radio Praga citando a uno de los abogados defensores de los dos detenidos.

El jefe de la Fiscalía de Olomouc, Ivo Istvan, responsable de las investigaciones, confirmó la acusación de abuso de poder contra Nagyová, pero declinó comentar si entre un total de tres personas espiadas, estaba también la esposa de Necas.

Esta noticia salió a la luz en el marco del escándalo desatado el pasado jueves tras conocerse que la sede del Gobierno y otras instituciones públicas habían sido registradas en la madrugada del jueves por efectivos de la Policía Anticorrupción.

En esa operación fueron detenidas ocho personas, de las cuales siete quedaron imputadas este viernes, confirmó Istvan.

Nagyová es conocida como una muy estrecha colaboradora de Necas, y la prensa amarilla ha especulado sobre una supuesta relación sentimental entre ambos.

El reciente anuncio del primer ministro de que, después de 25 años de matrimonio, había llegado a un acuerdo de divorcio con su esposa, Radka Necasova, ha alimentado esas especulaciones.

La noticia sobre los registros policiales ha provocado una crisis de Gobierno en la República Checa, ya que la oposición socialista volvió a exigir, en el Parlamento, la dimisión de Necas y de su Ejecutivo "en cuestión de horas", y amenazó con una moción de censura en caso de que eso no se produzca.

Sin embargo, el jefe del Gobierno reiteró su negativa a dimitir y criticó la acción de la policía al calificar de "teatrales" las detenciones de los altos cargos, asegurando que han dañado la imagen del país.

Por su parte, los fiscales quieren proponer que las siete personas imputadas por abuso de poder sean enviadas a prisión preventiva, pues temen que puedan tratar de influir sobre los testigos.

Confirmaron además que tres exdiputados están acusados de corrupción y soborno, y que en las redadas la policía confiscó unos 150 millones de coronas checas (5,83 millones de euros), así como diversos documentos y varias decenas de kilos de oro.

El presidente checo, Milo Zeman, ha convocado para este viernes una reunión de emergencia con el primer ministro, el titular de Justicia, el jefe de la Policía checa, el Fiscal General y el jefe de la oposición, el socialdemócrata Bohuslav Sobotka.