El Senado de EE UU rechaza condicionar la reforma migratoria a la seguridad en la frontera

  • La Cámara alta estadounidense discute el proyecto para legalizar a millones de inmigrantes indocumentados.
  • Los republicanos querían condicionar el acceso a la ciudadanía a que primero hubiera más seguridad en la frontera con México.
  • El Senado prevé una votación definitiva para antes del 4 de julio.
Marcha en apoyo a la reforma migratoria el 10 de abril de 2013 en Los Ángeles, California.
Marcha en apoyo a la reforma migratoria el 10 de abril de 2013 en Los Ángeles, California.
GTRES
Marcha en apoyo a la reforma migratoria el 10 de abril de 2013 en Los Ángeles, California.

El Senado de Estados Unidos rechazó este jueves una enmienda republicana que condicionaba la legalización de los inmigrantes indocumentados a certificar primero la seguridad de la frontera con México durante seis meses, en el debate sobre la reforma migratoria.

En una votación 57-43, el Senado rechazó la enmienda propuesta por el senador republicano por Iowa Charles Grassley, que exigía el control de la frontera sur de Estados Unidos durante seis meses antes de que los indocumentados pudieran siquiera solicitar un permiso legal de carácter provisional.

Fue la primera enmienda sometida a votación en el pleno del Senado, y Grassley, molesto por la derrota, acusó a los demócratas de mantener una "farsa", porque no acepta cambios aunque la mayoría demócrata prometió un proceso "abierto y justo" en la Cámara Alta.

Antes del 4 de julio

El Senado inició el martes pasado el debate del plan reformista, después de que la oposición republicana votara a favor de iniciar el proceso de enmiendas, y la Cámara prevé someterlo a votación definitiva antes de la fiesta nacional del Día de la Independencia el próximo 4 de julio.

Grassley figura entre los líderes republicanos del Congreso que consideran que el Gobierno del presidente Barack Obama no ha hecho lo suficiente para resguardar la seguridad de la frontera de Estados Unidos con México, y tampoco están satisfechos con los elementos incluidos en el proyecto de ley actual.

El compromiso actual estipula la creación de una comisión bipartidista sobre la seguridad fronteriza si el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) no logra certificar el control operacional de la zona en un plazo de cinco años tras la promulgación de la reforma.

Pero Grassley considera que, tal como está escrita la iniciativa, esa comisión carece de una autoridad suficiente y su única tarea será hacer "recomendaciones".

Punto de discordia

La seguridad fronteriza es, de hecho, uno de los principales puntos de discordia en el debate actual en el pleno del Senado: los demócratas advierten contra enmiendas como la de Grassley que sirvan de "píldoras venenosas" para hundir la reforma este año.

Es un asunto que también divide a los conservadores, ya que el senador republicano de Arizona John McCain, miembro del Grupo de los ocho que elaboró el plan reformista en el Senado, cree que el Gobierno logrará fortalecer la seguridad fronteriza con solo esa iniciativa.

El senador republicano de Florida, Marco Rubio, otro miembro del Grupo de los ocho, intenta recabar un mayor apoyo de los conservadores para la reforma migratoria, pero ha sido objeto de ataques por correligionarios opuestos al plan.

El miércoles, durante una conferencia telefónica, Grassley calificó a Rubio de "ingenuo" por afirmar que el permiso legal temporal para los indocumentados no conducirá automáticamente a la residencia permanente.

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