Barcelona, una mediterránea manera de comer y disfrutar

Pocas ciudades del mundo pueden garantizarnos como Barcelona una experiencia gastronómica de primera. Su oferta es buen ejemplo de las maravillas de la cocina mediterránea de Cataluña, conjugando mar y montaña, carne y pescado. Pero en lugar de dormirse en los laureles de la tradición, la gastronomía barcelonesa ha evolucionado y de la mano de sus innovaciones se ha convertido en una de sus mejores tarjetas de presentación en el mundo.

Tanto es así que hoy la Ciudad Condal es la cuna de algunos de los cocineros más premiados del mundo como Ferrán Adriá, Carme Ruscalleda, Sergi Arola, Fermí Puig, Ramón Freixa o Carles Gaig. De la mano de estas estrellas, los restaurante barceloneses dan ese plus que aúna cocina, diseño y arquitectura.

Pero vayamos a las esencias. Sepamos qué platos componen el recetario básico de Barcelona. Puede ser el punto de partida para luego seguir por los maestros contemporáneos y cocina de autor.

De entrada, elijamos el vino. Estando en Cataluña la primera opción será el cava. El espumoso es un vino más y no la botella para el brindis y las celebraciones. En Barcelona se sabe bien. Pero también tenemos cerca los estupendos vinos de Denominaciones de Origen como Penedés, Priorat, Pla de Bages o Alella.

Antes de nada, un sencillo manjar de dioses: el popular pa amb tomàquet con jamón o sin él. Continuamos con un plato que sigue siendo un clásico, la escalivada –ensalada de pimientos, berenjenas y otras hortalizas asadas–. También habría que probar el empedrat, una ensalada de bacalao con judías blancas.

Pero si queremos algo más contundente podemos apostar por la escudella –sopa a base de verduras, fideos gruesos y arroz–, el cocido con judías blancas, la carn d’olla o la butifarra amb mongetes.

Entre las carnes, hay predilección por el cerdo. Además de las ya mencionadas butifarras blanca y negra –un básico de la gastronomía catalana– destaca la pilota –masa de carne de ternera con pan, huevo y bastante especiado– y guisos como los peus de porc o el lomo de cerdo con mongetes.

Pero Barcelona es ciudad marinera. En sus mercados encontraremos magníficos pescados: langostinos, sepia, bacalao, merluza, rape, gambas, etc. Con todos ellos se elabora la típica zarzuela o también un suquet de peix. Otro básico a probar en esta ciudad es la esqueixada de bacalao.

El punto dulce del final puede pasar por clásicos como la crema catalana o los panellets –pastelitos elaborados con almendra molida, piñones, coco y cacao–. También nos tentarán el postre del músico –con piñones y pasas–, los carquinyolis y el mel i mató –requesón con miel–.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!