El británico Christopher Froome (Sky) se llevó el triunfo final de la prueba francesa Dauphine y con ello presenta su candidatura para el Tour de Francia, al superar con claridad a rivales directos como son los españoles Alberto Contador (Saxo) y Alejandro Valverde (Movistar).

Froome dejó claro en la octava y última etapa entre las estaciones alpinas de Sisteron y Monte de Risoul, de 155,5 kilómetros, en la que se impuso el italiano Alessandro de Marchi (Cannondale), que se encuentra en un momento dorado de forma.

El ciclista británico de origen keniano realizó un formidable ascenso a la última dificultad montañosa, con final en el alto de Risoul, para terminar segundo tras De Marchi, en una etapa marcada por unas adversas condiciones meteorológicas, con lluvia y bajas temperaturas lo que provoco numerosos abandonos.

El flamante ganador de la Dauphine, que sustituye en el palmarés de la carrera a su compatriota y compañero de equipo Bradley Wiggins, una vez más en la presente temporada mojó la oreja al tridente español Contador, Valverde y Joaquín Rodríguez.

En la última ascensión de la jornada, en los trece kilómetros de subida al Monte Risoul, con una pendiente media del siete por ciento, se mostró tranquilo ante los ataques de sus rivales en las primeras rampas, especialmente de Valverde y luego de Contador que sufrió una caída, afortunadamente sin consecuencias.

Froome, con el temple de los campeones, dejó que sus enemigos descubrieran las cartas y, bien arropado por sus compañeros de equipo, esperó hasta el tramo final para superarles e incluso acariciar la victoria de etapa que se llevo el italiano Alessandro de Marchi, superviviente de una escapada que nació hacia el kilómetro 14 con 24 corredores, que poco a poco se fue reduciendo.

El corte inicial en el pelotón obligó a los candidatos al triunfo a extremar posiciones, asumir el control de la carrera, algo que no dudó hacer el conjunto Sky de Christopher Roome. Las escuadras de Valverde y Contador tampoco escatimaron esfuerzos para intentar coger al líder Froome en algún renuncio, pero sin éxito, pues el británico y los suyos se mostraron seguros en todo momento.

La carrera entró en un momento complicado a falta de unos 25 kilómetros para el final, pues Contador sufrió una caída, sin consecuencias, pero tras entrar en el grupo tuvo que hacer las labores de gregario ya que su compañero de equipo Michael Rogers atravesaba por un mal momento y su tercer puesto en la general corría peligro.

Los esfuerzos de Contador no lograron evitar el desfallecimiento de Rogers y en el grupo de escapados De Marchi lograba quedarse solo al frente de la carrera con varios corredores intercalados, entre ellos Froome y Valverde, que terminó por arrojar la toalla ante el poderío del británico.

Así una Dauphine que sirvió para encumbrar un poco más a Christopher Froome y convertirlo en el candidato más serio para el Tour de Francia, al igual que hizo en las vueltas a Qatar y Romandía.