Hartos de ver como grupos organizados roban en el metro, en el autobús, en plena calle o en los restaurantes, los ciudadanos han decidido no quedarse impasibles y cada vez más intervienen para retener a los delincuentes y entregarlos a la Policía. La colaboración ciudadana es una de las armas más valiosas para los agentes y ha permitido históricamente dar con ladrones y huídos de la justícia.

"Antes me enfrentaba a los carteristas, pero luego me veía solo", afirma a 20 minutos Antonio Gómez, un vecino de Barcelona de 47 años que ha impedido ya diversos robos e incluso ha detectado cómo un narcotraficante escondía la droga en la vía pública. Ahora, Gómez ha comprobado cómo aumenta la colaboración ciudadana: "Algo está cambiando, esta actitud no la había visto antes".

En dos ocasiones ayudó a retener a un grupo de ladrones que habían dado un tirón a turistas en el Born. Con la ayuda de varios ciudadanos lograron entregar a los delincuentes a los Mossos, cuando llegaron al lugar de los hechos.

Lo mismo le pasó a Eliana Guerrero, una mujer que ya ha sido bautizada como la cazacarteristas después de cuatro años de perseguir a los ladrones que operan en el metro solo ayudada por un silbato. Al grito de "Carteristas, pickpockets!", recorre la Línea 3 del metro y ha observado cómo últimamente "la gente reacciona y me ayuda". Sobre todo los jóvenes, indica agradecida.

Esto pasó en su última acción cazacarteristas. "Me sorprendió que el resto de pasajeros retuviera e incluso insultara a los ladrones. Antes me quedaba sola, tenían miedo", explica Guerrero sobre este episodio de la pasada semana en Diagonal, cuando cuatro carteristas con antecedentes robaron a una turista, hiriéndola en la rodilla. Una veintena de pasajeros los retuvo hasta que llegó la Policía.

La implicación de ciudadanos anónimos ha sido clave para salvar a otras personas en peligro. Y esto se premia con la Medalla al Mérito Policial, concedida por la Generalitat, entre otras distinciones. Se ha otorgado a ciudadanos que han impedido un asesinato en plena calle o a policías fuera de servicio que han abortado robos.