Las compañías Hongaresa y La perrica de Jerez estrenarán este jueves en la Sala Ultramar de Valencia el espectáculo 'Salón Primavera', una comedia disparatada de Lluïsa Cunillé y Paco Zarzoso, que sus responsables definen como "una tragicomedia republicana".

El montaje, que estará en cartel durante tres semanas, recorre la historia de España en tono de astracanada de la mano de cinco curiosos personajes que se dan cita en un salón de variedades, que va cambiando su aspecto y función a medida que pasa el tiempo, ha explicado a Europa Press la directora de la pieza, Lola López.

Así, en el Salón Primavera "cinco náufragos se encuentran en un viejo salón de baile, también a punto del naufragio, que en su historia por el siglo XX albergó entre otros un cine, el burdel de altos vuelos preferido por los Borbones, un hospital de guerra, una cárcel de represión franquista, la Casa de Aragón, un bingo setentero o un atelier de pintores post-impresionistas".

Estos personajes —a los que dan vida los intérpretes Mafalda Bellido, Blanca Martínez y Toni Sancho, además de Paco Zarazoso y Lola López— se transmutan, encarnando personajes de la historia de España.

Versión renovada

Esta función está "emparentada" por su tipo de humor con una producción anterior de la compañía Hongaresa ('El Alma se serena') y se estrenó en el año 2007 en el festival Temporada Alta de Girona, tras ganar el texto el Premio Quim Masó al Mejor Proyecto Teatral. En esta ocasión, la agrupación valenciana se ha unido a La perrica de Jerez para presentarla por primera vez en Valencia en una versión renovada, que 'estira' el argumento hasta 2013.

La directora de la representación ha subrayado el prisma "absolutamente humorístico" que destila la obra para poner de relieve un tema, en cambio, muy serio, "la falta de capacidad de este país para conservar lo bueno".

"Después de Valle-Inclán no hemos avanzado mucho, seguimos en esas 'luces de bohemia' en las que el talento en este país es un delito", ha reflexionado López, que ha agregado que el espectáculo "no es pesimista, sino realista". En España "se ha tenido mucho miedo a la inteligencia y, por tanto a reírse de uno mismo", ha apuntado.