El secretario de la Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT en Castilla y León, Pedro Aller, ha manifestado este miércoles que el Centro de Regulación y Control (CRC) de Alta Velocidad del Noroeste que iba a ponerse en funcionamiento desde León lo hará desde Madrid por una cuestión de "cicatería" política.

Al respecto, ha recordado que la UGT "apostó muy fuerte" para que este Centro se instalara en León y, finalmente, se consiguió y se realizó una inversión millonaria, pero ahora, cuando la obra se encuentra terminada a falta de los últimos remates, por una "cicatería política" no se dota de las infraestructuras necesarias, de los pequeños elementos que requieren las labores de regulación. "De momento quedarán dos plantas vacías, se utilizarán para almacenes o lo que sea, pero perderemos esos empleos", ha recalcado.

Asimismo, ha señalado que el argumento de que el tren de Alta Velocidad no llega a León "no es una disculpa" para justificar que no se realicen las labores de control desde León, porque actualmente se podría regular la línea entre Valladolid y Madrid, como estaba previsto. En este contexto, ha exigido que desde el CRC de León se comience a regular este tramo.

Además, ha demandado al Ejecutivo central que rectifique y haga la consignación presupuestaria necesaria para que el CRC tenga los elementos necesarios para empezar a regular la Alta Velocidad "con carácter inmediato".

Por otra parte, ha solicitado a la Junta que exija al Gobierno central, como lo hacía en la anterior legislatura, que los puestos de trabajos previstos con la puesta en funcionamiento del CRC se consoliden en León, tanto los directos como los indirectos.

En este contexto, ha anunciado que la UGT será "beligerante" con este asunto y lo recordará "todos y cada uno de los días" hasta que los representantes políticos cumplan con su obligación.

1.300

Kilómetros de ave

Pedro Aller ha recordado que en un primer momento estaba previsto que trabajara en el CRC un total 16 personas para la línea Valladolid-Madrid, con unos 200 kilómetros, pero al ampliarse las labores de control desde el Centro a todo el noroeste del país, con más de 1.300 kilómetros de Alta Velocidad, también aumentaría el personal necesario.

"Si la joya de la corona no se viene aquí todo lo demás se va", ha subrayado y ha precisado que a los puestos directos habría que sumar los trabajos complementarios que serían necesarios de seguridad, comunicaciones o infraestructuras, que aumentarían la plantilla y el empleo indirecto en empresas proveedoras o mantenedoras.

En noviembre de 2010 el Ministerio de Fomento, a través de Adif, licitaba por 15 millones de euros el contrato para la construcción del Centro de Regulación y Control de Alta Velocidad de León, desde donde estaba prevista la gestión del tráfico ferroviario y los sistemas de seguridad y protección civil en el cuadrante noroeste peninsular.

Características del edificio

El inmueble, cuya construcción se encuentra a punto de terminar, consta de una superficie de 5.756 metros cuadrados sobre una parcela de 1.190 metros cuadrados, cuya titularidad ostenta Adif. Con una altura máxima de 26 metros, dispone de siete plantas divididas en dos niveles de sótano, una planta baja y cuatro plantas superiores.

Además del Centro de Regulación y Control (CRC), estaba previsto que el edificio albergara los centros de control de Protección y Seguridad (CPS) y de Tráfico Centralizado (CTC) para regular el tráfico de las líneas ferroviarias de ancho convencional de la zona.

Al margen de este asunto, Pedro Aller ha manifestado el malestar de UGT ante los recortes efectuados en los servicios ferroviarios de la provincia de León y, en este sentido, ha exigido a la Junta que alcance los acuerdos necesarios con el Gobierno central para garantizar la movilidad de los ciudadanos.