Los dos acusados de atracar en mayo de 2012 una sucursal bancaria ubicada en la localidad sevillana de San Juan Aznalfarache, tras lo que huyeron provocando un tiroteo con policías que concluyó con la muerte de una mujer tras ser alcanzada por una bala perdida disparada por los agentes, han aceptado este miércoles una pena de cinco años y once meses de cárcel.

Según han informado a Europa Press fuentes del caso, el juicio previsto en el Juzgado de lo Penal número 3 de Sevilla no ha llegado a celebrarse después del acuerdo de conformidad alcanzado entre las partes.

La Fiscalía solicitaba inicialmente diez años de cárcel para cada uno de los acusados, pero ha rebajado su petición y ambos han aceptado una pena de tres años de cárcel por un delito de robo con violencia en grado de tentativa, un año y once meses por tenencia ilícita de armas y un año de prisión por un delito de atentado.