En la columna que publica cada lunes en 'La Vanguardia', Cruyff advierte que esta competición se le da más valor en Suramérica que en Europa y que estaría igualada si se jugara a "la antigua usanza", con partidos de ida y vuelta en casa de cada uno de ellos.

El holandés opina que "el viaje y la aclimatación al cambio de horario" suponen "un lastre tremendo" y cree que los brasileños llegaron con la suficiente antelación para sobreponerse a este tipo de cuestiones, algo que nunca pueden hacer los equipos europeos por problemas de calendario.

Dos lecturas

"El Barça no fue inferior (..) Los azulgrana chutaron más, dominaron relativamente más, pero les faltó ese pequeño detalle que, cuando les sale, les hace mejores que el rival: la velocidad que le imprimen al balón. Sin ello, pierdes ese centímetro en ese control, en ese remate, en esa pelota recuperada..", agregó.

Cruyff realiza dos lecturas. En positivo, el holandés destaca "la ilusión" que ha detectado "en unos y otros por ganar este título y los otros que están en juego". En negativo, apunta la sobrecarga de partidos que arrastra el equipo a estas alturas de competición y que entre el 7 y el 31 de enero, el Barça deberá jugar ocho partidos en 24 días.

Raúl: "Una intercontinental es una oportunidad única"

Raúl González, capitán del Real Madrid, también analizó la derrota del Barcelona en la final del Mundial de clubes, antes llamada Intercontinental, y dijo que "es una oportunidad única" que dejaron escapar siendo superiores a su rival, el Internacional de Porto Alegre brasileño.

Raúl está convencido de que el Barcelona no acusará lo ocurrido en Japón, donde perdió la final 1-0 ante el Internacional, pero dijo que es "un golpe duro" por la superioridad del conjunto español.

"El Barcelona tiene suficiente personalidad para salir de un golpe duro tras perder una Intercontinental después de que viajas hasta allí. Es una oportunidad única. Eran mejor equipo que el Internacional pero ellos supieron aprovechar su ocasión y se llevaron la victoria", reconoció.