Al menos 20 prostitutas han fallecido asesinadas en España en los últimos tres años

  • Según la base de datos del portal de Internet Feminicidios.net
  • Catorce murieron a manos de sus clientes, tres casos siguen sin esclarecerse, dos fallecieron a manos de sus parejas y otra a manos de una mujer.
  • De los 19 casos a manos de hombres, hubo siete en Andalucía, seis en Valencia, cuatro en Cataluña, uno en Madrid y uno en Castilla-La Mancha.
  • Entre el 62% y el 80% de las mujeres que ejercen la prostitución han sido violadas.
  • El 'maestro shaolín' dice que descuartizó la semana pasada a otra prostituta.
La Guardia Civil sale de la vivienda donde dos mujeres murieron acuchilladas en Benissa (Alicante).
La Guardia Civil sale de la vivienda donde dos mujeres murieron acuchilladas en Benissa (Alicante).
Rubén Francés/ EFE
La Guardia Civil sale de la vivienda donde dos mujeres murieron acuchilladas en Benissa (Alicante).

Con 900 euros en el bolsillo tras una larga temporada en paro, Francisco Jesús (31 años) decidió celebrar el cobro en un club de Calpe (Alicante). Tuvo relaciones sexuales con una prostituta. Bebió, esnifó cocaína, y contrató a una segunda mujer para irse los tres juntos a su casa del municipio vecino de Benissa. Después del sexo, les asestó 24 puñaladas y las envolvió muertas en una alfombra. Ocurrió la madrugada del 3 de agosto de 2011.

La nigeriana Cynthia y la ecuatoguineana Jesica, asesinadas por Francisco Jesús —que cumple 20 años de condena— forman parte de la estadística hecha pública el pasado domingo por Feminicidio.net, según la cual en España han fallecido en los últimos tres años al menos 20 prostitutas.

El estudio recoge los asesinatos ocurridos en los años 2010-2012, por eso no contempla las víctimas que puedan achacarse al 'maestro Shaolín', detenido este fin de semana en Bilbao tras dejar en coma de una brutal paliza a Ada, una prostituta nigeriana de 29 años, y por su incriminación en la muerte de otra prostituta la semana anterior.

Muertas a manos de sus clientes

Las responsables del estudio de Feminicidio.net —basado en las informaciones aparecidas en prensa local, regional y nacional— lamentan que estas fallecidas no consten como "violencia de género" y llaman la atención sobre la inseguridad con la que ejercen su trabajo las miles de mujeres que se dedican al trabajo sexual en España.

El informe asegura que, de las 20 fallecidas, al menos 14 fallecieron a manos de sus clientes. Tres casos están aún por resolver. Mientras, dos murieron asesinadas por sus parejas y en el último caso fue una mujer la que acabó con la vida de la víctima. Por Comunidades Autónomas, entre los 19 casos de muertes a manos de hombres, Andalucía es la que más casos de muertes violentas de prostitutas registra, con un total de siete casos. Le sigue Valencia, con seis mujeres muertas, Cataluña, 4, y uno respectivamente en Madrid y Castilla-La Mancha.

"El feminicidio por prostitución es un crimen frecuente en las sociedades patriarcales. Sin embargo las estadísticas de muertes por razones de género no las visibilizan", dice Graciela Atencio, autora del primer informe realizado en España sobre muertes de prostitutas, llevado a cabo por este portal de noticias en Internet cuyo objetivo es visbilizar las formas extremas de violencia contra las mujeres.

Como en los casos de Cynthia y Jesica, la mayoría de las prostitutas asesinadas son mujeres jóvenes. Trece de ellas tenían menos de 35 años cuando les quitaron la vida. La víctima más joven tenía solo 20. Era una uruguaya que ejercía la prostitución a domicilio.

Casi todas eran extranjeras. Solo tres eran españolas. Las fallecidas eran originarias de Brasil, Rusia, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Marruecos, Rumanía, Ecuador, Colombia y Uruguay.

Crímenes con saña

El informe también analiza el lugar en el que se produjeron los crímenes. La conclusión es que muchas fueron asesinadas en los domicilios de los clientes. Hubo también casos en los que el encuentro sexual se produjo en un coche y allí las mataron, deshaciéndose de sus cuerpos en las cunetas de las carreteras o en pozos cercanos.

En casi todos los casos estas muertes fueron excesivamente violentas, con saña. En los relatos de las muertes se puede lee que las mujeres fueron maniatadas, recibieron brutales palizas, y que sus cuerpos fueron seccionados.

Nacho Pardo, coordinador del CATS —una ONG que actúa desde hace once años prestando atención integral a las prostitutas en la región de Murcia— vincula en parte la violencia que padecen las meretrices a los estupefacientes que consumen los clientes.

"La cocaína dispara los dispositivos de agresividad", reconoce, "y no solo en los servicios sexuales". Pardo denuncia que las prostitutas son las mujeres "menos respetadas" de todas y pide "educación" para que se respete una realidad "más allá de que se sea abolicionista o tolerante". Pero, además de la violencia física de los clientes, denuncia otra violencia "psicológica y de acoso" que padecen muchas prostitutas de parte de las autoridades.

Graciela Atencio, de Feminicidio.net, insiste en que en el imaginario subyace la idea de que las mujeres que se dedican a la prostitución son "mujeres públicas, desechables" y que los hombres sienten que pueden "hacer con sus cuerpos lo que quieran".

En 2010, fecha de inicio del informe de Feminicidio.net, el que fuera delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, ya alertó de la violencia que sufrían las prostitutas. En unas jornadas sobre la Trata de Mujeres, y citando estudios internacionales, Lorente dijo que entre el 62 y el 80% de las mujeres que ejercen la prostitución han sido violadas, un 73% ha sufrido agresiones físicas, ocho de cada diez han sido víctimas de incesto y en un 67% de los casos sufren estrés postraumático.

Otro asesino en serie de prostitutas en 2011

Graciela Atencio recuerda que el caso del shaolín, Juan Carlos Aguilar, podría no ser el primero de un asesino en serie de prostitutas en España. En concreto, Atencio recuerda que hay un hombre encarcelado por los crímenes de dos mujeres que se dedicaban a la prostitución en Andalucía. Se trata de Abdelkader Sali, al que se le imputan las muertes de Susana y Mayauri, una argentina y una española de origen ecuatoriano respectivamente, en sendas localidades de Málaga en agosto y septiembre de 2011.

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