La portavoz del BNG en el Congreso, Olaia Fernández Davila, pedirá la comparecencia ante la comisión de agricultura del ministro del ramo, Miguel Arias Cañete, para que dé cuenta del acuerdo alcanzado en la Unión Europea (UE) sobre la Política Pesquera Común (PPC), un acuerdo que cree que no será "nada positivo" para el sector.

La diputada gallega ha explicado en un comunicado su intención de solicitar la comparecencia parlamentaria de Arias Cañete para que dé cuenta de las negociaciones y acuerdo final adoptado en la madrugada del pasado jueves con respecto a la reforma de la política pesquera comunitaria.

En relación con el penúltimo paso de la UE para aprobar definitivamente la PPC, Davila advierte de que "se perdió la oportunidad de hacer una Política Pesquera Común de acuerdo con las necesidades de los distintos sectores pesqueros y de acuerdo a la sostenibilidad medioambiental".

"Una vez más, la pesca artesanal, la pesca de litoral, sigue sin ser regulada conforme a sus características específicas", avisa y añade que es un sector "que seguirá discriminado, ya que por sus especificidades tenía que quedar fuera de los TAC y de las cuotas pesqueras". "Pero la UE continúa con la misma política, totalmente negativa para la pesca artesanal", critica.

En lo que respecta a los descartes, la nacionalista censura "las malas soluciones" y considera que "perjudicarán al sector". Además, rechaza el "empeño en continuar manteniendo el principio de estabilidad relativo con un reparto de cuotas absolutamente injusto".

La ue "tropieza una y mil veces"

El modelo de la UE, resume Davila, "tropieza una y mil veces con la misma piedra". "Como es habitual, no soluciona problemas, no garantiza el futuro de un sector muy importante para Galicia e incluso agudiza los problemas con sus decisiones", finaliza.

Este acuerdo político a tres —la Eurocámara, la Comisión Europea y los estados miembros— supone un "cambio radical" del modelo de política pesquera seguido hasta ahora, e incluye cambios como la introducción progresiva del fin de los descartes, el límite al objetivo de Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) en 2015 "cuando sea posible" y en 2020, en todos los casos; y el refuerzo de la transparencia y las medidas de control para garantizar que la flota europea cumple todos los compromisos, también cuando faenen en aguas de terceros países.