El acusado de asfixiar a su compañera sentimental enferma de esclerosis múltiple, lo que impedía su movilidad, ha reconocido los hechos. Un jurado popular juzga desde este lunes en la Audiencia de Málaga a este hombre, para el que la Fiscalía de Málaga y la Abogacía del Estado solicitan 19 años de prisión por un delito de asesinato.

Los hechos sucedieron en la madrugada del 30 de septiembre de 2011 en Marbella (Málaga). El acusado ha declarado que cuidó durante 19 años a la víctima, que era, más que una pareja sentimental, "un tema de solidaridad", ya que estaba enferma desde antes de empezar a convivir los dos y desde 2010, postrada en la cama.

El procesado ha apuntado en su declaración que en ese tiempo estaba nervioso, debido a las circunstancias de una "mala inversión", de que la situación económica era "bastante ajustada" y por el estado de abandono de ella por parte de su familia, que "nunca en 19 años se había hecho cargo de ella".

Respecto al día en el que sucedieron los hechos, el hombre ha admitido que le apretó el cuello y también ha dicho que recuerda que intentó practicarle la reanimación, pero no ha explicado por qué hizo ni una cosa ni la otra. Su defensa añade en su escrito que la víctima tenía problemas respiratorios ese día.

El letrado ha apuntado que lo ocurrido no tiene explicación, indicando que el acusado estuvo pendiente y cuidó a la mujer durante muchos años; sosteniendo que todo se debió a un trastorno psíquico, además de que el cuello de la víctima estaba tan dañado por su enfermedad que cualquier cosa le provocaría una rotura.

Respecto a lo que ocurrió después de los hechos, el hombre no lo recuerda, aunque su letrado indica en su escrito de defensa que se autolesionó, había tomado pastillas y que condujo el coche hasta que tuvo un accidente, destacando la colaboración de su cliente en el esclarecimiento de los hechos.

La defensa considera que no hay delito; aunque alternativamente considera que se deben aplicar varias eximentes que, de igual forma, harían que no se le tuviera que imponer pena alguna; o, en todo caso, que se trataría de un delito de homicidio imprudente, solicitando en este supuesto tres años y medio de prisión.

La Fiscalía y la Abogacía del Estado sostienen, por contra, que el hombre cometió un delito de asesinato, al considerar que "con la intención de atentar contra la vida" de la mujer, procedió "a asfixiarla comprimiendo su cuello", aprovechando, además, que la víctima no tenía posibilidad de defenderse por su enfermedad.