Allá donde iba, Juan Carlos Aguilar decía que era el primer occidental ordenado maestro Shaolin. Sin embargo, los máximos referentes del Kung Fu Shaolin en España aseguran que "no existen occidentales con ese rango". Aguilar, detenido como presunto autor de la brutal agresión a una prostituta en un gimnasio en Bilbao, era un impostor que "utilizó muy bien el marketing".

Aguilar es el dueño del gimnasio Zen 4 de Bilbao, donde la Ertzaintza asegura haber encontrado restos óseos humanos, que podrían apuntar a un caso de asesinatos en serie.

En el gimnasio este lunes nadie coge el teléfono. A las puertas del centro deportivo la madre de un alumno que acude a clases de Kung-fu asegura que el dueño del local era "un poco iluminado, por su forma espiritual de hacer los ejercicios y sus saludos", aunque "sin nada más que sospechar".

Aguilar, divorciado y con dos hijos, fundó en 1995 el Monasterio Budista Océano de la Tranquilidad y se definía como maestro budista. Se hacía llamar Huang C. Aguilar y bajo tal seudónimo aparece en multitud de vídeos en YouTube realizando ejercicios de Kung Fu, algunos de extrema peligrosidad como caminar sobre ceniza o ejercitar con cuchillos.

En Bilbao y entre los practicantes de Shaolin, Aguilar era considerado "un maestro muy bueno en casi todas las disciplinas de artes marciales, sobre todo en Chi Kung".

Para una de sus exalumnas, que desea mantener el anonimato, el detenido es "un hombre muy tranquilo, que no da la sensación de ser capaz de hacer esto", dice en referencia a la agresión a la prostituta. El entorno de las artes marciales le tenía en gran estima, describe su exalumna, que le conoció hace diez años y no sale de su asombro al leer las noticias sobre el detenido.

Por su parte, el maestro Shifu Bruno Tombolato, uno de los máximos referentes del arte Shaolin en España —figura central de la escuela Shaolin Gong Fu de Madrid— asegura que solo conocía a Aguilar "de vídeos y revistas", pero insinúa que él siempre dudó de su persona. "Decía que era el primer occidental en ser ordenado Shaolin, pero no hay occidentales ordenados todavía", explica al teléfono. No por ir a Shaolin a practicar anualmente se obtiene dicho rango, dice.

Tombolato insiste en que nunca coincidió con Aguilar porque su grupo, el del ahora detenido, "iba por libre" y no participaba de los campeonatos del departamento de Shaolin de la Real Federación Española de Judo. A su juicio, Aguilar "se sirvió del marketing" para promocionarse.

El Kung Fu Shaolin es un arte marcial que se basa en "la voluntad y la perseverancia", explica Tombolato. A su juicio, la detención de Aguilar supone un "ataque y un duro golpe" a este arte marcial recreativo.