La entrada de compañías aéreas de bajo coste en rutas monopolizadas por aerolíneas tradicionales provoca descensos de hasta 37,5 euros por billete de ida y vuelta, o de cinco céntimos por kilómetro recorrido.

Esta es una de las conclusiones que se desprenden del Tercer Informe del Observatorio de Transporte Aéreo de Fedea, que refleja que los billetes son más baratos en aquellas rutas donde operan un mayor número de aerolíneas, y sobre todo en aquellas con presencias del bajo coste.

En concreto, el precio de los billetes de ida y vuelta puede reducirse hasta 17 euros, o dos céntimos por el impacto de un mayor número de aerolíneas, independientemente del perfil de las compañías aéreas.

La reducción en los precios es el doble cuando se trata de compañías 'low cost', hasta 37,5 euros por billetes de ida y vuelta, o cinco céntimos por kilómetro recorrido.

COMPOSTELA-REUS,

La ruta más barata

Las rutas con una aerolínea y el precio por kilómetro más bajo son Santiago de Compostela-Reus (0,0146 euros por kilómetros), Asturias-Tenerife Sur (0,151 euros) y Palma de Mallorca-Bilbao (0,0193), las tres con presencia de compañías de bajo coste, frente a Gran Canaria-El Hierro (0,395 euros) y Gran Canaria-Tenerife Norte (0,407 euros), las rutas más caras en esta modalidad.

En el caso de las rutas con dos aerolíneas, la más baratas son las de Barcelona-Lanzarote (0,043 euros por kilómetro) y Bilbao-Lanzarote (0,043 euros), con presencia de 'low cost', mientras que las de mayor precio son las de Madrid-Valencia (0,138 euros) y Málaga-Melilla (0,147 euros), ambas sin compañías de bajo coste.

Las rutas con tres aerolíneas y un precio más competitivo son las de Barcelona-Gran Canaria (0,022 euros) y Madrid-Gran Canaria (0,031 euros), frente a la de Valencia-Ibiza (0,213 euros), la más cara.

De su lado, la ruta Barcelona-Tenerife Norte, con 0,022 euros por kilómetro, es el trayecto con cuatro o más aerolíneas con precios más bajos, mientras que la de Barcelona-Palma de Mallorca, con 0,061 euros por kilómetro es la más cara.

Por último, el informe también señala que el bajo coste se caracteriza por tratarse de un servicio "sin extras", distinto de los niveles de calidad que pueden proporcionar las empresas tradicionales del sector.