Dos personas han sido detenidas en Irán por la distribución de bebidas con alcohol metílico después de que su ingestión causara al menos seis muertos en días pasados en la provincia oriental de Rafsanyan, indicó hoy el jefe de la policía iraní, el general Esmail Ahmadi Moghadam.

Según declaraciones del general Ahmadi Moghadam difundidas por la agencia estudiantil Isna, las investigaciones señalan que las bebidas habían sido elaboradas con productos no autorizados, aparentemente metanol o alcohol de madera, y se vendían como 'energéticas'.

"Las bebidas alcohólicas están prohibidas y la Policía combatirá la producción, importación, distribución y consumo", agregó el mando policial iraní.

Además de la muerte de al menos seis personas, otras 348 sufrieron distintos grados de intoxicación tras haber ingerido alcohol metílico en las provincia de Rafsanyan en días pasados, informó hoy la agencia estudiantil Isna.

Según el doctor Hamid Nachmedin, de la Facultad de Medicina de Rasfanyan, tres de los afectados se encuentran en estado muy grave ingresados en cuidados intensivos, mientras que 184 -de ellos 75 en la ciudad de Rafsanyan y 109 en otras poblaciones- precisaron tratamiento de diálisis antes de ser dados de alta.

De los afectados, 67 siguen ingresados en distintos centros médicos según Nachmedin.

El alcohol apto para el consumo humano es el etílico, mientras el metílico es venenoso y puede producir graves daños, ceguera e incluso la muerte.

La producción, venta y consumo de alcohol son considerados delito por la ley islámica vigente en Irán, donde se pueden imponer penas de multa, prisión y flagelación a quienes incurren en estas ilegalidades.

La prohibición del alcohol para el consumo humano en el país es total, salvo en cantidades limitadas a los armenios, de religión cristiana.

Muchas personas producen su propio vino o destilan otras bebidas alcohólicas en sus domicilios en Irán, en ocasiones sin los debidos conocimientos y con peligro de provocar intoxicaciones.

En el mercado negro, las bebidas alcohólicas introducidas en Irán de contrabando alcanzan precios muy altos pero las producidas en el país son mucho más baratas.