"Si tuviera una varita mágica, convertiría a las ranas en príncipes y viceversa"

Ilustración de la pregunta del millón del mes de junio de 'el mensual'.
Ilustración de la pregunta del millón del mes de junio de 'el mensual'.
CARLOS PAN
Ilustración de la pregunta del millón del mes de junio de 'el mensual'.

Un príncipe soberano, en el discurso nupcial (pues siempre están de boda estos príncipes), ante los emperifollados invitados, suelta, con gran pompa y boato... "Croooooack". ¡Mon dieu! Una corriente antimonárquica sacude a las hadas madrinas. La realeza no se libra del sino de los días. No hay varitas que puedan redimirlos con carrozas y princesas. ¡Que no nos cuenten más cuentos!, parecen decir nuestros lectores, los muy hechiceros.

El contubernio mágico de los lectores de el mensual de 20minutos lo ha decidido. ¿A quién convertirías en príncipe y a quién en rana? La pregunta era antigua e infantil (ingenua para el huracán social que nos azota), y la respuesta mayoritaria es sencilla cual princesa del pueblo: "Más príncipes no, por favor", alega @Alvear_7.

Ni Borbones ni Romanov ni la casa de Windsor, ni Invernalia ni Nunca Jamás. O quizás sí, Nunca jamás: pasaron los tiempos en los que las ranas podían alardear de ocultar un príncipe bajo su húmeda piel. ¿O será al revés? Tal vez los príncipes vean ahora emerger el batracio dinástico que llevan dentro si siguen nuestros irresponsables lectores armados con sus varitas mutantes.

"¡En príncipe a nadie y en rana al príncipe!", afirma @MarGatesXx girando la tortilla de la magia y que el cuento no acabe bien. "Mejor al revés. Yo a las ranas las transformaba en políticos y a los príncipes en rana. Todo arreglado", secunda esta visión de la varita torticera @MarcFreire. Ay, mundo extraño este en el que confiamos el destino del reino a cuatro sapos. "Con una varita mágica convertiría a las ranas en príncipes y a los príncipes en ranas... ¡Que seguro que nos iba mejor!", reincide en el argumento @Raquel_RBN.

Croan en la lejanía de sus castillos estos hombres que fueron emblema de todos los honores. Croan en televisión, en sus yates, en sus cumbres internacionales. Y los políticos, que creían por una vez que se iban a librar de la furia mágica, empiezan dar cortos saltitos, y a abrir sus desmesuradas bocas para lanzarse sobre las moscas que revolotean sobre el cadáver de las cajas de ahorro...

"En príncipe no sé, pero en rana a Rajoy y compañía", abre la veda @MAR1141. "En príncipe a ninguno, y en rana, a Rajoy. Y a la varita mágica le prenderíamos fuego y las cenizas las esparciríamos por todo el Atlántico para que no se pudiera hacer a la inversa", invoca Roger Malone, un auténtico mago oscuro de nivel 5.

Recibimos la llamada de la Casa Real para que retornen la varita mágica que pone en apuros el reino, pero no hay quien pare ya a estos aprendices de bruja novata. Respondemos con un lacónico "ni está ni se la espera", y mientras tanto los lectores siguen haciendo sus algaradas mágicas. Croan el príncipe de Gales y la madre reina. Temen las monarquías una nueva república de la magia del pueblo. "La respuesta es muy sencilla. Convertiría en cerdos a todos los corruptos y al pueblo en soberano", conjura el sans-culotte de Aniballekter. "En rana a todos los políticos y a la Casa Real. En príncipe, al pueblo soberano", asegura Yayi. "En rana a Merkel, en príncipe, a nadie", explica un eurocentrista @sabrosón.

La revolución ha llegado. Las brujas celebran su aquelarre. Lamentablemente, sospechamos que abusaron de las pócimas lisérgicas. Y lo constatamos con esta afirmación de @ManuSevillaR: "Príncipe ya tenemos. Convertiría en ranas a independentistas y se las regalaría a Greenpeace para repoblar charcas". Ranas croando lapao. Estanques de liberación nacional. Aznar brincando en la intimidad. Demasiado incluso para Greenpeace. Suerte que @mmmorel_1 retorna a la cordura: "Pos en rana a todos los que me caigan mal y como tendré la varita, en príncipe, a mí". Ese es el lema. No dejes que cualquier príncipe pueda reinar en tu reino. El Estado soy yo. Éramos republicanos hasta que nos tocó la varita, ¿eh? La sangre azul está en venta. Necesitamos claridad si queremos aprender a utilizar la magia. Por suerte, encontramos a un lector que entiende de la verdadera realeza. "Convertiría en príncipe al Cholo Simeone y en rana a Mourihno, que esta temporada le ha salido un poco rana", explica @manueljosequeve. Este sí que es el cuento de nunca acabar...

Mostrar comentarios

Códigos Descuento