Ávila, el valor de su muralla y de lo mucho que esconde

Es la capital de provincia más alta de España y la cuarta ciudad de Europa en este sentido. Ávila se eleva a 1.182 metros, en un promontorio rocoso, privilegiado observador de la ribera del río Adaja, afluente del Duero. Su altura no fue obstáculo para levantar tanta muralla.

El inicio y final de construcción de la muralla de Ávila sigue creando controversia. La fecha popularmente aceptada apunta concretamente al tres de mayo de 1090 como el inicio de las obras y marca su final nueve años después, en 1099. Pero hay voces expertas que señalan la imposibilidad técnica de construir en tan poco tiempo una muralla de esta magnitud.

Pero tras la muralla, Ávila exhibe un enorme patrimonio. Por algo es Conjunto Histórico-Artístico nacional desde 1884 y está incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1985.

Para empezar, su Catedral, de rasgos afrancesados, con semejanzas a la de Saint-Den. Proyectada como templo y fortaleza, su carácter defensivo aporta majestuosidad a esta joya arquitectónica. No queda clara su fecha. La horquilla está entre el 1091 y el 1100, suficiente para que sea considerado el primero de estilo gótico construido en España.

Elegancia y solemnidad hay en la Catedral de Ávila y en los palacios señoriales que la bordean, como los Velada, el del Rey Niño y el de Valderrábanos. Aunque para palacio el de Don Diego del Águila. Es del siglo XVI y está ubicado dentro del recinto amurallado, adosada a ésta por la puerta de San Vicente.

En este somero repaso al patrimonio de Ávila, dos referencias más. El Real Monasterio de Santo Tomás, convento dominico de finales del siglo XV, es uno de los monumentos más emblemáticos y una de las imágenes más universales de Ávila. Y la Basílica de San Vicente, de finales del XV, su fachada y el entorno donde se ubica son de gran valor artístico.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!