Dos expositores de C-LM acudirán a Bilbao para participar en el X mercado de 'Los dulces del convento'

El claustro del Museo Diocesano de Bilbao acogerá, por décimo año consecutivo, la feria de productos monacales 'Los Dulces del Convento: mercado de repostería y artesanía en los monasterios de clausura", promovido y organizado por el Museo Diocesano de Arte Sacro.

El claustro del Museo Diocesano de Bilbao acogerá, por décimo año consecutivo, la feria de productos monacales 'Los Dulces del Convento: mercado de repostería y artesanía en los monasterios de clausura", promovido y organizado por el Museo Diocesano de Arte Sacro.

A la cita de este año acudirán seis expositores del País Vasco, tres de Cantabria, dos de Galicia, dos de Navarra, dos de La Rioja, 15 de Castilla León, uno de Barcelona, dos de Castilla-La Mancha, diez de Andalucía, dos de Francia y uno de Camerún.

Este año habrá un total de 46 conventos, ya que se han añadido otros cuatro monasterios: uno de Ciudad Real, otro de Toledo, otro de Salamanca y un cuarto, el de las Carmelitas de Toro, que "vista la situación económica, han comenzado este año a elaborar dulces, aunque, por el momento tienen poca variedad pero de una calidad y originalidad comparables a sus homónimas más veteranas", han destacado los organizadores.

Entre los productos que ofrecen los conventos nuevos se puede encontrar galletas de avena, lingotes de chocolate, noruegas de cuenca con pistachos y los clásicos dulces monacales, que "aunque parezcan iguales por su nombre, cada una los elabora a su estilo ofreciendo cada convento un tipo de dulce único e inigualable".

También se podrán adquirir licores de hierbas, de fresa, de limón, de café, de bellota, de nueces, de canela, de crema catalana, de Chartreuse, "todos con la graduación justa para hacer una buena digestión después de comer, y elixir vegetal de 71 grados para los más atrevidos", han explicado desde la organización, para recordar que también habrá piruletas de chocolate, choco-nueces, pan de ángel, flores fritas y esponjitas.

Los monjes cistercienses, que consagran su vida a la oración y el estudio, innovarán este año con mermeladas de ciruela con flor de lavanda y miel, de melocotón y frambuesa, con nueces al ron, ciruela con pasas al orujo o de pera al vino, dentro de los 35 sabores diferentes que se podrán ver en la feria.

Los asistentes podrán disfrutar de un gran surtido de dulces con perrunillas, magdalenas, sobaos, rosquillas, yemas, coquitos, almendrados, empiñonados, plum-cakes, hojaldrados, garrapiñadas, guirlaches, amarguillos, mostachones, mazapanes, tejas, saladillos, nevaditos, mantecadas, empanadillas de cabello de ángel, galletas, pastas de café, palmeras, tortas, mallorquinas, cortadillos, pestiños, delicias mejicanas, cuajados, manchegos y pastas de té, de frutas, de la casa, de mantequilla, surtidas, de San Ramón, de limón, o de nata.

Los chocolates estarán representados por las hermanas de Álava, Barcelona y La Rioja, que ofrecerán naranjitos (naranja escarchada cubierta de chocolate), erizos (chocolate con trocitos de barquillo), rocas de Asís (chocolate con avellanas), choconuez (hojaldre relleno de chocolate cubierto por una nuez), cacao en polvo, trufas, turrón de la abuela (chocolate con almendra picada), brownies, piruletas de chocolate (con formas de animalitos y personajes infantiles), frutas con chocolate (frutas escarchadas cubiertas de chocolate) y también higos con chocolate.

Otros productos que se ofrecerán serán bizcochos marroquíes de Écija, las empanadas de bonito y los hornazos rellenos de ibéricos procedentes de Salamanca, los suaves y cremosos quesos fabricados por los cistercienses cántabros, siete clases diferentes de miel (de naranja, de romero, de eucalipto, de alta montaña, miel con nueces, de la sierra andaluza y de milflores), y café de Camerún.

De Loiu y Elorrio traerán cada día tartas que se podrán encargar, entre ellas, de brazo de gitano, milhojas, de chocolate, sacher, San Marcos, Selva Negra, mascota, Berri-Otxoa o de la casa.

También de Elorrio llegará el "milagroso" ungüento elaborado con cera de abeja con propiedades cicatrizantes, y junto a él podrán verse las cremas, jabones y colonias procedentes del convento de Chantelle (Francia) y de Armenteira (Pontevedra).

Con esta actividad, el Museo Diocesano persigue dar a conocer al público vizcaíno la gran variedad de dulces y productos que se elaboran artesanalmente en los monasterios, puesto que muchos de ellos sobreviven gracias a esta actividad.

Además, tiene como fin presentar al público la colección del Museo, que muestra obras desde el románico hasta el arte contemporáneo, entendiendo así la evolución que se ha dado en el arte a través de los siglos.

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