Un proyecto en el que participan instituciones gallegas y portuguesas ha puesto a disposición de las pequeñas y medianas empresas (pymes) manufactureras tecnologías para simulación y capacidad adicional de cálculo para tratar de mejorar los productos.

En la iniciativa han participado el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga), la Asociación de Investigación Metalúrgica del Noroeste (Aimen), el Centro de Apoyo Tecnológico a la Industria Metalomecánica (Catim), y la Associaçao de Industriais Metalúrxicos e Metalimecánicos de Portugal (Aimmap), con la intención de promover la innovación de las pymes mediante tecnologías avanzadas de diseño, ingeniería y simulación por ordenador.

El proyecto, denominado CloudPYME, se ha desarrollado durante dos años y al mismo se han acogido un total de 13 empresas tanto gallegas como portuguesas que han sido seleccionadas según la "utilidad" del proyecto, han explicado los representantes de Aimen y Catim, David Martínez y Francisco Alba, respectivamente.

Los participantes en el proyecto se han declarado satisfechos con los resultados y el responsable del Cesga, Javier García Tobío, ha explicado que estas experiencias piloto no continuarán, pero sí se mantendrá "el consorcio" entre las asociaciones implicadas, que tienen "en mente" nuevos proyectos. Además, sigue disponible la página web en la que las pymes pueden acceder a las herramientas para la simulación de modelización y a apoyo técnico para su uso.

Tobío ha destacado que con esta iniciativa se han atendido "de forma específica las necesidades de las empresas". "No es hablar de entelequias", ha dicho y ha incidido en que se determinó qué aplicaciones eran las que las empresas necesitaban.

Así, se ha puesto a disposición de las empresas aplicaciones para hacer las simulaciones, se ha proporcionado formación para utilizarlas y se ha dado apoyo en los casos en los que la capacidad de cálculo de la pyme no era suficiente. En 2004, ha explicado, un estudio puso de manifiesto que entre los problemas que encontraban los empresarios en la modelización estaban que el sotware disponible era caro y complejo o que no disponían de personal formado.

Las ventajas

De este modo, la iniciativa ofrece software libre y servicios en cloud —en la nube—. Además, se han desarrollado los materiales para los cursos de formación. Las "ventajas" del proyecto son, según Tobío, la reducción de costes para el uso de estas herramientas; que los servicios permanecen actualizados; que el software es libre; que se proporciona ayuda técnica; se permite almacenar datos; los servicios son bajo demanda y las herramientas están probadas.

El proyecto se ha probado en los últimos dos años en 13 empresas, con ideas que van desde una silla desmontable, a plataformas de elevación de cargas o transportadores de basura.

Las empresas participantes han sido, por la parte gallega, Esypro, Industrias Abalde, Industrias Ferri, Ronautica y Texas Controls; y, por la parte portuguesa, Prova Engineering, Incomef, Marques & Cruz, Weproductise, Carpintaria Domingos Fernandes Ralha e Herdeiros, Tufama, Vale & Quintao y Amob.