El ingeniero español José Luis López Gómez ganó este martes el premio al inventor europeo del año que otorga la Oficina Europea de Patentes, un galardón considerado como los Oscars de la tecnología. Este burgalés de 71 años, ya jubilado, ha ideado un nuevo método para conseguir que las ruedas de los trenes Talgo, compañía en la que ha trabajado más de cuatro décadas, se muevan con más seguridad y confort sobre el raíl, manteniendo siempre la posición óptima, especialmente en las regiones montañosas.

¿Qué se siente al ser el primer español en lograr este galardón?

Pues la verdad es que lo he recibido con mucha tranquilidad. Ha sido una satisfacción tremenda para toda mi familia y para Talgo. Hace diez años que pusimos en marchar el proyecto y ha funcionado bien.

¿Qué le ha dicho su familia?

Están todos emocionados. Me han acompañado hasta Amsterdam. Están aquí mi mujer, mis hijos y mis nietos.

¿Saben sus nietos en qué consiste el invento de su abuelo?

Mis nietos han oído ya muchas charlas sobre el tema. Incluso van diciendo por ahí que su abuelo ha inventado la rueda.

¿Por qué ha ganado su invento?

Creo que la gente está sensibilizada con el ferrocarril. A la sociedad le gusta que se innove con el tren, sobre todo en temas de seguridad.

¿Es la seguridad lo que más valoran los ciudadanos del tren?

 No sé si es lo que más valoran. Lo que si puedo decir es que es punto muy importante. Pero además de la seguridad, yo destacaría el confort. Siempre he querido que la gente se sienta en el tren como si estuviera en su casa.

¿Es el medio de transpote más seguro?

Ahí me tengo que remitir a lo que dicen las estadísticas. Y así lo señalan sin ningún género de dudas. Es por eso que los países importantes tienen al tren como medio de transportes de referencia. Además, hay otro dato importante: los países que apuestan por el ferrocarril están socialmente más avanzados.

España es líder mundial en kilómetros de vías de tren de alta valocidad, pero la demanda de este servicio es demasiado baja. ¿Hay perspectivas de que la alta velocidad sea algún día rentable?

Como he dicho antes, está demostrado que las sociedades que invierten en ferrocarril están socialmente más avanzadas. Hay que intentar seguir invirtiendo en tecnología para abaratar los costes de producción, pero la rentabilidad es un concepto difícil de medir cuando se habla de un servicio público. Hay lineas de alta velocidad, como Madrid-Barcelona, Madrid-Sevilla o Madrid-Valencia, que han generado muchos beneficios más allá de lo económico: ya no hay tantos coches en las carreteras y se han reducido los accidentes. ¿Cuánto vale eso?

Talgo es una empresa española reconocida mundialmente que ha sabido hacer frente a las dificultades económicas que existen en la actualidad. ¿Cuál es su receta para salir de la crisis?

Para mí, apostar por la tecnología es la única solución. Si Talgo no hubiese apostado por la tecnología no tendría el reconocimiento ni las ventas que tiene actualmente en el extranjero.

¿Qué opina de la fuga de talentos?

En estos momentos es mejor que los jóvenes se vayan. Que se vayan pero para que vuelvan en un futuro con información y una mayor experiencia. Creo que es positivo salir fuera. Yo estuve en Alemania año y medio y lo recomiendo. Lo importante es que España empiece a sentar las bases para quieran regresar con más capacitación.

¿Y hay materia prima en España para esto?

Hay talento de sobra. Lo que ocurre es que en la actualidad el talento se ha formado pensando a lo grande y no en lo pequeño. Yo padecí una crisis económica muy grave a los diez años de empezar a trabajar y tuvimos que aprender a hacer las cosas a lo pequeño, con bajos costes. Me río cuando me dicen que no se puede innovar sin dinero. Innovar se hace con y sin presupuesto, y con los medios que se tienen.

¿Qué le hubiera gustado inventar?

Hay muchas cosas que me hubiera gustado inventar. Quizá, por cercanía, la locomotora, aunque también algo relacionado con temas de fabricación.

¿Seguirá inventando?

Siempre he tenido ganas de hacer cosas nuevas y siempre las tendré. En la vida hay que tirar para delante y esperar que algún día un mecenas confíe en ti.

BIO: Nació el 16 de octubre de 1941 en Quintanilla Valdebodres (Burgos). Estudió Ingeniería Técnica en el Instituto Católico de Artes e Industrias de Madrid. Se unió a la empresa Patentes Talgo en 1967 como técnico de fabricación, posición que fue mejorando hasta convertirse en director técnico en 1990. En 1996 López Gómez fue nombrado Director General de Tecnología, cargo que ocupó hasta su jubilación en 2004. Actualmente, es asesor de la empresa. En noviembre de 2011 le fue concedida la Medalla al Mérito en el Trabajo del Gobierno.