El Thyssen organiza la primera muestra monográfica en España sobre Camille Pissarro

  • Limitó su paleta a los tres colores primarios y sus derivados, un paso decisivo para el nacimiento del lenguaje impresionista.
  • El "patriarca" del impresionismo, a menudo eclipsado por la fama de su coetáneo y amigo Monet, desarrolló el germen de la pintura moderna.
  • La exposición, con 79 obras, se centra en los paisajes, la espiritualidad de los escenarios rurales y las delicadas vistas urbanas.
'Las orillas del Marne', óleo de Pissarro del año 1864
'Las orillas del Marne', óleo de Pissarro del año 1864
Camille Pissarro - Lent by Glasgow Life (Glasgow Museums) on behalf of Glasgow City Council
'Las orillas del Marne', óleo de Pissarro del año 1864

Era el de más edad de todos los pintores que fraguaban un lenguaje pictórico ajeno al del siglo XIX. "Humilde y colosal", como lo definía su alumno Cézanne, Camille Pissarro (1830-1903) desarrolló el germen de la pintura moderna de un modo natural y sin pretensiones. Dispuesto siempre a ser guía y mentor de cualquier aprendiz que le pidiera ayuda, sus discípulos (entre ellos Cézanne y Gauguin) destacaron siempre el carácter paciente del artista y la asombrosa tranquilidad con que retaba a la pintura tradicional en cada pincelada.

Había nacido en la isla de Santo Tomás (en las actuales Islas Vírgenes, entonces colonia de Dinamarca y ahora territorio de los EE UU), su madre era criolla y su padre, un judío sefardí de Portugal: la mezcla heterodoxa, el exotismo del Caribe y el posterior academicismo francés tal vez sean la fórmula del estilo único de Pissarro, que (como cuenta Cézanne) eliminó de su paleta "el negro, el betún, la tierra de Siena y los ocres" utilizando sólo "los tres colores primarios y sus derivados inmediatos", un paso decisivo para el nacimiento del impresionismo.

El Museo Thyssen-Bornemisza inaugura el 4 de junio Pissarro, la primera exposición monográfica celebrada en España dedicada al innovador maestro. La muestra de 79 obras, en cartel hasta el 15 de septiembre, se podrá visitar también, a partir del 15 de octubre, en la sede del CaixaForum en Barcelona.

Sendas, carreteras, caminos, el curso de un río...

El paisaje, el género dominante en la carrera del autor, vertebra el recorrido de una exposición que restaura la figura de Pisarro  —a menudo eclipsada por la fama de su amigo y coetáneo Claude Monet— como el "patriarca" del impresionismo. En orden cronológico, la colección repasa los lugares en los que vivió y trabajó, con cuadros que descubren la espiritualidad de los paisajes rurales franceses de Louveciennes, Pontoise y Éragny y delicadas escenas urbanas tardías de París, Londres, Ruán, Dieppe y Le Havre.

El tratamiento de la naturaleza se contrapone al refinamiento más urbano de Monet o Renoir. Las pinturas de Pissarro presentan campos arados, agricultores y huertos y olvidan los jardines decorativos o las cuidadas praderas que servían de escenario al ocio parisino cada fin de semana. El escritor Émile Zola decía de los paisajes naturales del artista: "En ellos se oyen las voces profundas de la tierra, se adivina la vida poderosa de los árboles".

Recto o sinuoso, el camino es el otro gran protagonista de las obras, el elemento que invita al espectador a mirar al fondo del cuadro. Hay sendas, pequeñas carreteras y calles, ríos que con su curso también perfilan una ruta... El conjunto de la exposición descubre el gran sentido de la perspectiva que cultivó Pissarro también en sus paisajes de ciudades, con complejas vistas de las calles y las plazas parisinas que el autor percibía, sorprendido de que muchos las tacharan de feas, como "tan plateadas, tan luminosas y tan vivas".

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