Pudiendo comer mejor que nunca, cada vez nos alimentamos peor. El desarrollo económico ha provocado el fin de la dieta mediterránea en miles de cocinas españolas. Comemos raciones excesivas, ricas en grasas e hidratos y apenas practicamos ejercicio. El resultado es que el sobrepeso y la obesidad están haciendo mella en nosotros, cosa a tener en cuenta en el Día Nacional de la Nutrición que se celebra este martes 28 de mayo.
Dice la Encuesta Nacional de Salud de 2012 (elaborada por el Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Estadística) que la obesidad y el sobrepeso afectan ya al 53,7% de la población adulta. Además, el 45% de los niños españoles, casi uno de cada dos, padece exceso de peso, según datos de la Estrategia Naos para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad.
"Estamos abandonando a pasos agigantados la dieta mediterránea que practicaban nuestros abuelos, aquella basada en leguminosas, pero en pocas cantidades, y con bastante fruta, verdura y pescado". Lo asegura Ángel Gil, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada.
Los españoles estamos bien nutridos, aunque se está observando un déficit de vitamina D. Una persona debería tomar el sol una media de 15 minutos diarios. La dieta en la carencia de la vitamina D tiene un influencia del 20% frente al 80% del sol.
Pero en términos generales estamos bien nutridos, aunque como explica Gil "sí existe una malnutrición por exceso y eso significa que hay una proporción muy elevada de personas con sobrepeso y obesidad. Y eso no es un buen estado nutricional".
Según el experto, hay un 5% de obesidades que son puramente genéticas contra las que poco se puede hacer, "pero el 95% del sobrepeso y la obesidad se debe a malos hábitos, condicionados por un cierta susceptibilidad génica, pero sobre todo por malos hábitos. Ahí estamos francamente mal y debemos revertirlo, pero se tarda años".
Más allá de la nutrición, el problema está en el sedentarismo. "Cuando una persona tiene sobrepeso no solo es por la dieta, sino porque no gasta la suficiente energía. Los niños hacen actividad sedentaria en lugar de actividad física intensa", subraya el profesor Gil.
Además de ese sedentarismo, los otros dos grandes errores que cometemos los españoles en la alimentación son la excesiva cantidad de alimentos en las raciones y la alta densidad energética por alimentos ricos en grasa e hidratos de carbono.
Insectos y sustitutos
"El hombre es omnívoro por naturaleza y por consiguiente puede tomar de todo", asegura el presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición. Entonces, ¿a comer insectos como acaba de sugerir la FAO? "Pensar que la alimentación del futuro va a estar basada en insectos es demasiado. La barrera cultural es una de más difíciles de saltar", responde Gil.
La comida de imitación o sucedáneos de carne o ternera basado en productos vegetales como la soja empiezan a tener un hueco en el mercado, pero –según este experto– "considerar la diversidad en la alimentación, comer de todo lo que se produce localmente, eso es hacer sostenible el medioambiente y la agricultura. Tomar sucedáneos por moda no conduce a nada".
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