Un proyectil fue lanzado este domingo desde el sur del Líbano a Israel, sin que se sepa por el momento dónde impactó y si causó víctimas, según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN).

El proyectil fue disparado desde una área entre Burj al Muluk y Deir Mimas, al sur de la región de Marjayún, sede del sector Este de la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (FINUL), bajo mando español. Por el momento, se desconoce quién o quiénes fueron los autores del lanzamiento del proyectil.

Cascos azules de la ONU y soldados libaneses comenzaron a patrullar la zona poco después del disparo, agregó la ANN.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció este domingo el inicio de un gran simulacro de ataque con miles de cohetes y misiles, entre ellos varios con armas no convencionales, por primera vez a escala nacional.

"Las amenazas contra la retaguardia israelí han aumentado de forma significativa en los últimos años. Israel es el país más amenazado del mundo por misiles y cohetes", dijo Netanyahu en la apertura de la reunión semanal del Consejo de Ministros.

El simulacro, denominado "Retaguardia firme 1", que se extenderá hasta el próximo miércoles, lleva meses planeado, pero llega en un momento de creciente temor a una guerra con Siria y con el grupo chií libanés Hizbulá.

Este ataque se produce en un momento de gran tensión en el Líbano, tras el impacto, en la mañana del domingo, de dos proyectiles Grad en un barrio del sur de Beirut, feudo de Hizbulá, donde cuatro personas resultaron heridas, una de ellas grave.

A este respecto, el grupo chií libanés Hizbulá señaló que seguirá con sus planes a pesar de las últimas "intimidaciones", y pidió investigar el impacto de los proyectiles.

En declaraciones recogidas por medios locales, el jefe del consejo ejecutivo de Hizbulá, Hachem Safedin, exigió a las autoridades libanesas que identifiquen a los responsables del lanzamiento de proyectiles contra el barrio de Chieh, en el sur de la capital, que causó cuatro heridos.

"El modo de realizar el ataque revela que sus autores son unos cobardes. El Estado debe descubrir a las partes que los financian, apoyan y arman para después juzgarlas", afirmó Safedin. El jeque aseguró que su grupo "seguirá su camino, a pesar de las intimidaciones que buscan su retirada y retroceso".

Por su parte, el vicepresidente del consejo, Nabil Kauk, afirmó que los que dispararon contra Chieh "han fracasado si creen que han podido intimidar, aterrorizar o presionar a la resistencia".

"Cortaremos cualquier mano extranjera o local que trate de apuñalarnos por la espalda", agregó Kauk.

El sábado, en un discurso con motivo del décimo tercer aniversario del fin de la ocupación israelí del sur del Líbano, el líder de la organización chií, jeque Hasan Nasralá, aseguró que continuará su lucha contra el Estado israelí.

Nasralá se sumaba así al "número dos" del grupo, el  jeque Naim Kasem, que a mediados de mayo dijo que Israel es "una glándula cancerosa" para la región y prometió que su milicia continuará luchando "hasta la última gota de sangre".

Nasralá también declaró que no se debe abandonar al régimen sirio de Bachar al Asad ante la amenaza de los extremistas suníes, porque esa guerra es también crucial para el Líbano.

Según la oposición siria, milicianos de Hizbulá colaboran con el régimen de Damasco en la ofensiva que ha lanzado contra la ciudad de Al Quseir, en el oeste de Siria y cerca de la frontera con el Líbano.