Un 12 por ciento de los navarros ha aumentado las medidas de seguridad de su vivienda en los últimos dos años, según revela una encuesta de la asociación de consumidores de Navarra Irache que, al hilo de estos datos, recomienda revisar el seguro del hogar para comprobar qué indemnizaciones cubre ante posibles robos y bajo qué circunstancias.

Según datos del Ministerio del Interior, durante 2012 se pusieron en Navarra un total de 1.176 denuncias por robos en viviendas, un 35,5 por ciento más que el año anterior.

Entre las medidas de seguridad adoptadas por los navarros para prevenir los robos en las viviendas, la más habitual ha sido poner una alarma (47%), que supone el 6 por ciento de la población. Le sigue instalar una puerta blindada en el inmueble, con un 26 por ciento, lo que supone un 3 por ciento de la población total.

Tras ellas, lo más frecuente ha sido colocar un video portero y poner rejas en ventanas y balcones, ambas representan un 11 por ciento de las medidas de seguridad; poner cámaras de video vigilancia en el garaje y mejorar el seguro de robo, ambas con un 5 por ciento.

La puerta blindada ha sido instalada en mayor medida por las mujeres, un 33 por ciento de ellas lo han hecho, y, sobre todo, por los mayores de 65 años. En lo que respecta a la alarma, ha sido colocada en mayor medida por los hombres (57%) y por las personas de entre 30 y 45 años (60%).

Por zonas, mientras que la puerta blindada ha sido colocada en mayor medida en Pamplona, con un 80 por ciento, la alarma lo ha sido en el resto de la Comunidad foral, con un 63 por ciento.

Comprobar el seguro

Ante el aumento de los robos, Irache recomienda que, además de poner las medidas de seguridad que se consideren oportunas, se revise la póliza del hogar, algo que, como muestran los datos, lo hace un porcentaje mínimo de los consumidores.

Según ha explicado la asociación, en primer lugar es recomendable que se compruebe que, efectivamente, el seguro incluye cobertura de robo. Además, aconseja que en caso de robo se ponga una denuncia y, antes de siete días del siniestro, se dé parte al seguro.

Aunque no es totalmente necesario, siempre puede ser conveniente mantener en el estado que han quedado los objetos dañados, en la medida de lo posible, para que el perito del seguro pueda valorarlos con mayor exactitud.

Otro factor a tener en cuenta, ha subrayado Irache, es que la valoración de los bienes cubiertos en el seguro corresponda a la realidad. Han llegado casos a la asociación en los que la compañía ha rebajado la indemnización en miles de euros tras un robo en una vivienda porque, al acudir el perito, ha descubierto que las víctimas estaban reclamando compensación por bienes, como electrodomésticos de alta gama, que no se habían declarado en el momento de hacer la póliza.

De igual modo, ha habido víctimas de robos que no han recibido compensación por el robo de joyas u objetos de especial valor porque no los habían declarado en el seguro.

Otro aspecto a tener en cuenta es que conviene que haya pruebas de forzamiento de cerraduras, puertas, ventanas o roturas de cristales. Esto es debido a que algunas aseguradoras alegan que el siniestro sufrido ha sido un hurto en lugar de un robo porque no ha habido violencia en los accesos a la vivienda y, por ello, la cantidad a percibir por el asegurado, en ocasiones, es notablemente menor.

Según Irache, es importante que quede delimitado el espacio que queda cubierto en el seguro, especialmente en chalets o viviendas unifamiliares. Así, se ha dado algún caso en el que el seguro no ha indemnizado por los bienes robados que se encontraban en el jardín y en el garaje particular de la vivienda, ya que en contrato de seguro determinaba esta exclusión "cuando el objeto asegurado sea sustraído fuera del lugar descrito en la póliza".