El Defensor del Pueblo Andaluz en funciones, José Chamizo, ha recordado respecto al debate abierto con motivo de su continuidad en el cargo que la institución a la que representa es, "por ley", el garante del cumplimiento de los derechos sociales, que puede desempeñar sus funciones con libertad y "sin recibir órdenes de nadie", según lo recogido en el Estatuto de Autonomía de Andalucía.

Cuestionado por el asunto, Chamizo, en rueda de prensa, ha asegurado desconocer cualquier tipo de avances en lo relativo a su futuro, ironizando al señalar que "es una política de alto nivel a la que yo no accedo", si bien ha subrayado que "se tendría que hacer un curso sobre las funciones del Defensor".

Así, ha defendido que el Estatuto establece, como una de sus principales labores, la de poder intervenir en asuntos de relevancia social, con la posibilidad de que el Parlamento pueda "sugerir" criterios de actuación que, en última instancia, debe refrendar o no la propia Defensoría.

"Es lo que dice la ley", ha repetido, para instar a los poderes políticos a que la cambien si lo consideran necesario y aludiendo a la existencia de "un grupo de juristas que todavía están en el año catapún respecto a este asunto". Y es que, según ha recordado, el modelo de Defensor del Pueblo existente en Andalucía es a día de hoy una referencia que ha propiciado avances en la legislación.

Se ha preguntado si "el Defensor debe ser un florero" que "pida libertad" cuando antes debe atenderse a otros derechos básicos. Asimismo, Chamizo ha reivindicado que "la que se escucha no es mi voz, sino la de los ciudadanos andaluces".

El Defensor del Pueblo Andaluz en funciones ha finalizado expresando su convicción de que "deben cambiarse los modos de hacer política: este ciclo ha terminado, hay que empezar de cero, escuchando más a la gente".