Unos 225.000 trabajadores gallegos corren el riesgo de quedarse sin convenio colectivo por el fin de la ultraactividad

Galicia registró 68 inaplicaciones de convenios hasta marzo, que afectan a 2.033 empleados
Trabajador Empresa Embutido
Trabajador Empresa Embutido
EUROPA PRESS
Trabajador Empresa Embutido

Unos 225.000 trabajadores gallegos corren el riesgo de quedarse sin convenio colectivo por la supresión el próximo julio de la llamada ultraactividad, una vía que supone mantener la vigencia de estos acuerdos laborales durante el plazo en que se negocian los nuevos. La reforma laboral aprobada el año pasado establece que, transcurrido un año sin acuerdo en la negociación, el convenio decae.

Las cifras del Consello Galego de Relacións Laborais, a las que ha tenido acceso Europa Press, indican que actualmente existen en Galicia 845 convenios colectivos, de los que 687 terminaron su vigencia el 31 de diciembre de 2012 o en años anteriores. Dentro de estos 687, fueron denunciados —procedimiento para solicitar la revisión de los convenios vencidos— un total de 322, por lo que caducarán el 7 de julio o al cumplirse un año desde la denuncia, si no hay antes un acuerdo o pacto en contrario.

La fecha del 7 de julio es el límite para los convenios que fueron denunciados antes de la entrada en vigor de la reforma laboral (el 6 de julio de 2012), mientras que los denunciados después irán decayendo posteriormente, cuando se cumpla un año.

De este modo, concluye el Consello de Relacións Laborais, 322 convenios colectivos "se encuentran en situación de riesgo por la supresión de la ultraactividad" y afectan a 225.000 personas trabajadoras en Galicia. Además, 81 convenios terminan su vigencia el 31 de diciembre de 2013 y, en el caso de ser denunciados, caducarían un año después.

Sin embargo, los principales sindicatos de clase —UGT, CC.OO. y CIG— dicen que las cifras son difíciles de calcular y argumentan que varían según se interprete que las cláusulas para prorrogar los convenios firmadas antes de la reforma laboral son válidas después de que ésta haya entrado en vigor o no.

El secretario de Relacións Laborais de la CIG, Antolín Alcántara, dice que "jurídicamente" no tiene dudas de que las cláusulas anteriores a la ley son válidas y estima que desde ahora hasta final de año peligran convenios que afectan a unos 30.000 trabajadores, aunque eleva la cifra a unos 300.000 si se tienen en cuenta los documentos que vencen en los próximos dos años.

"La realidad es que tenemos una espada de Damocles encima de los derechos de los trabajadores", avisa el secretario de Acción Sindical de UGT, Eladio Romero; mientras que su homólogo en CC.OO., Xesús Castro, manifiesta que la negociación colectiva desde que se aprobó esta norma está "bloqueada por completo en las revisiones salariales".

Salarios más bajos

El presidente del Consello Galego de Relacións Laborais, Demetrio Fernández, explica que con esta nueva normativa, si se denuncia un convenio y en el plazo de un año no se cierra un acuerdo, se pasa a aplicar el del ámbito superior o, de no existir, directamente Estatuto de los Trabajadores, lo que abre la puerta a que se pierdan los derechos consolidados en materia de salarios, jornada o libranzas.

Pero la reforma laboral permite pactar una ultraactividad superior a un año y que el convenio siga vigente aunque no se llegue a un acuerdo. Esta situación, admite Fernández, se está utilizando en las negociaciones para pactar salarios más bajos a cambio de mantener un documento que ampare a la plantilla. "Ahora se están firmando convenios con salarios más bajos a cambio de establecer una ultraactividad indefinida como había antes", indica.

No obstante, el Consello detecta que ya desde que comenzó la crisis las subidas salariales pactadas en los convenios son cada vez menores. De hecho, hasta el 31 de marzo de 2013, el aumento salarial pactado en Galicia fue del 1,4% —un punto por debajo del IPC—, una cifra que es "la más baja de la historia con muchísima diferencia".

"Hay una pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores", destaca e indice en que, por su parte, la jornada "es la más alta desde que hay registros" y ha alcanzado las 1.780,83 horas anuales, según los datos de marzo de este año. "Con la crisis lo que se está es bajando salarios y subiendo jornada porque lo que se prioriza es el mantenimiento del empleo", argumenta.

Más negociación

Otro de los efectos es que, ante el fin de la ultraactividad el 7 de julio, "está habiendo mucha más actividad negociadora". "Se están negociando ahora muchos convenios que llevaban parados todo el año 2012, sobre todo en el último mes y medio. Yo creo que en lo que queda de aquí hasta julio, más todavía", afirma Fernández.

En este punto coinciden algunos de los sindicatos y el secretario de Negociación Colectiva de la CIG manifiesta incluso su convencimiento de que "se van a poder salvar prácticamente todos los convenios" y asegura que se hará un esfuerzo en este sentido.

El responsable del Consello de Relacións Laborais analiza que "tampoco la parte empresarial en Galicia está interesada en que pierdan la ultraactividad los convenios como principio fundamental", porque ello conllevaría "muchísimos conflictos", no sólo con los trabajadores sino por competencia desleal entre empresas.

Los convenios sectoriales marcaban las "reglas mínimas de competitividad" entre empresas, puesto que los acuerdos dentro de una empresa no podían rebajarlas. Ahora, si no hay un convenio, cada compañía "puede negociar condiciones a la baja". Además, Fernández destaca que hay cláusulas que son "favorables" a los empresarios, como las que establecen el régimen disciplinario.

Precisamente, el Consello concreta las cifras de los convenios sectoriales que, por norma, afectan a un mayor número de trabajadores. Un total de 104 de los 125 existentes en Galicia terminaron su vigencia en 2012 o antes y, de éstos, 67 han sido denunciados. Otros 37 caducarán el 31 de diciembre de 2013.

CONFLICTOS

Los sindicatos, por su parte, advierten de que habrá conflicto si las empresas tratan de usar la legislación "sibilinamente" o si hay "una amenaza real" y no se logra cerrar acuerdos antes del 7 de julio.

"Lo que tememos es que se haga chantaje en las mesas de negociación presionando a que se firmen convenios a la baja ante el miedo a perderlos", expone, en nombre de CC.OO., Xesús Castro. "Con el chupinazo de San Fermín —que es también el 7 de julio— se dará salida a mucha conflictividad", augura, por su parte, Eladio Romero, de UGT. "Vamos a hacer las movilizaciones necesarias para defender los derechos de los trabajadores", agrega.

Entretanto, CC.OO. y UGT negocian, a nivel estatal, con CEOE-Ceopyme cómo abordar el fin de la prórroga automática de los convenios y están citados la próxima semana a un nuevo encuentro para tratar de acercar posturas sobre un problema que en toda España puede afectar a más 3,5 millones de trabajadores, según cálculos sindicales.

Todos los descuelgues, PACTADOS

El presidente del Consello Galego de Relacións Laborais indica que todos los descuelgues de convenios registrados en Galicia hasta ahora han sido "de común acuerdo" entre la empresa y la representación sindical. Las cifras de marzo recogían 68 inaplicaciones, que afectan a 2.033 trabajadores, aunque Fernández apunta que se han notificado entre dos y cuatro más.

La intención al pactar estas medidas es "rebajar las condiciones para atender a dificultades financieras de la empresa para evitar destrucción de puestos de trabajo", explica Fernández.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento