Advierte del riesgo de "una democracia ejecutiva" o que "carezca de controles" si se suprimen órganos "sólo para ahorrar"

Apunta que "normalmente son obligatorias" las mayorías fijadas por ley estatal, aunque sobre la fusión de Oza y Cesuras se decidirá en mayo

La presidenta del Consello Consultivo, María Teresa Conde-Pumpido, lamenta que este órgano de asesoramiento jurídico no sea "más utilizado" en Galicia y cree que "hay cierta reticencia" a reforzar su autoridad con atribuciones como dictaminar sobre las leyes, asesorar ante conflictos de competencias entre el Estado y la Comunidad Autónoma o ejercer como tribunal en las cuestiones de contratación administrativa.

En una entrevista concedida a Europa Press, Conde-Pumpido, que lleva desde marzo de 2008 al frente del Consello Consultivo, subraya que "hay aspectos en los cuales se podría utilizar más". "Quizás porque creen que llega con el control que se hace y hay cierta reticencia a avanzar por si acaso", responde al ser preguntada sobre la razón por la cual no se han reforzado las competencias de este órgano, que en Galicia arrancó su trabajo en 1996.

Aunque defiende aumentar las atribuciones del Consultivo, rechaza que sus dictámenes debiesen tener carácter vinculante porque cree que sería "muy peligroso", puesto que "a quien ha elegido la sociedad es al Ejecutivo". "Si discrepan del dictamen y lo quieren hacer de otra manera, luego el gobierno ya responde ante los electores y si cabe, ante los tribunales, que le podrán decir si tenía o no razón", sostiene.

Este segundo supuesto fue en el que se situó el decreto del plurilingüismo, en el cual la Xunta no siguió el dictamen del Consultivo, pero el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia le dio "la razón" en los reparos que había puesto. "Normalmente son asuntos en los que existe más compromiso político o más compromiso de recorte de gasto", señala sobre los casos en los que la administración no ha acatado el pronunciamiento del Consultivo, aunque minimiza su impacto real, ya que sólo representan el cuatro por ciento del total.

Control en democracia

En cualquier caso, defiende la importancia de la labor de "control de la actuación administrativa" que ejerce el Consultivo "para que funcione mejor" y resalta, precisamente, que "la idea de democracia lleva implícita la idea de control". "Una democracia sin control no es realmente una democracia porque, efectivamente, tienes que desconfiar si va a funcionar bien o mal", expone.

Por consiguiente, advierte del riesgo de que se acabe imponiendo "una democracia ejecutiva" o que "carezca de controles" si se empiezan a suprimir órganos "sólo para ahorrar". "Si la democracia es como un tejido que está un poco viejo y que se está deshilachando, hay que tener mucho cuidado si empiezas a tirar y a sacar hilos, porque a lo mejor deshaces toda la trama. Puedes sacar hilos siempre y cuando sepas cómo vas a coser después", ejemplifica.

Así, reclama que las decisiones se adopten tras realizar "todo un análisis" sobre diversas variables para determinar "si no sirven estos controles, cómo deben ser entonces los que debe haber". También advierte que "hay que tener cuidado" cuando se ponen en cuestión órganos como el Consello Económico e Social o el Consello de Relacións Laborais, porque "la parte de participación de los ciudadanos en la democracia tiene que ir siempre avanzando".

"Somos una democracia representativa, pero si tenemos en este momento algún riesgo mayor es pasar a ser una democracia ejecutiva, es decir, una democracia en la que prácticamente todo se haga por real decreto, en la que a lo mejor no haya controles. Eso es más peligroso", alerta tras recordar que la Constitución dice que los ciudadanos, aparte de a través de sus representantes, deben participar de otras maneras.

Por ello, se muestra "preocupada" porque "existe el riesgo" de que se laminen sistemas de representación o de control "sólo sobre la base del ahorro, sin pensar por lo que se puede sustituir", máxime en un momento en el que este tipo de mensajes "cala" en los ciudadanos. "Siempre existe el riesgo de que uno piense que no necesita control o que basta con otro tipo de controles a posteriori que ya llegarán, como puede ser el judicial", avisa.

Esa misma "discusión a fondo" es la que echa en falta en otras materias como la reducción del número de diputados en la Cámara gallega que impulsa el PP, que aunque reconoce que estaría dentro de la horquilla que marca el Estatuto, puntualiza que debe estudiarse "en qué puede afectar a la representatividad no sólo de los partidos, sino también de las zonas" de una comunidad con una población "tremendamente diseminada". "Me gustaría un debate sobre si es eficaz, qué necesidades satisface, cómo afecta a la representatividad, más allá del ahorro", apunta.

Fusión e oza y cesuras

Uno de los dictámenes que tiene pendiente el Consello Consultivo es sobre el proceso de fusión emprendido por los ayuntamientos coruñeses de Oza dos Ríos y Cesuras, que llevará al pleno del próximo 29 de mayo. El punto básico sobre el que deberá discernir es si, para acometer la fusión, es suficiente con la mayoría absoluta de la que dispone el PP en ambos municipios, como señala la ley estatal de bases de régimen local, o si es preciso una mayoría reforzada de dos tercios de los ediles en cada ayuntamiento, como estipula la ley gallega de administración local.

En el caso de Cesuras se incumpliría el requisito de la mayoría reforzada, puesto que el PP tiene 7 de los 11 ediles y la oposición rechaza la fusión. Al respecto, Conde-Pumpido ha indicado que "en general, cuando la ley estatal marca mayorías o marca criterios, normalmente son obligatorios".

"En otras cosas a lo mejor no, porque tú tienes tu propia autonomía para desarrollar cosas, pero como idea general, normalmente cuando la ley estatal marca criterios que son base, es decir que obligan a todo", ha avanzado, aunque ha puntualizado que será el ponente en este caso el que realice una primera aproximación a la cuestión para decidir en el plenario de finales de mes.

Al margen de la decisión del Consultivo, Conde-Pumpido admite el problema de seguridad jurídica del que adolece el proceso entre Oza y Cesuras, la primera fusión en Galicia en 40 años, porque existe "la posibilidad de impugnación" de los acuerdos. "Sea cual sea la decisión, los que estén disconformes, pueden recurrir", afirma al indicar que hubiese dado "muchísima más seguridad si se hubiese reformado la ley autonómica" y se "privase de ese objeto de debate".

FUTURO

A sólo un año de que concluya su primer mandato al frente del Consultivo, Conde-Pumpido ve como "una opción estupenda" volver al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y no optar a la reelección en el cargo para el cual fue elegida cuando aún la Xunta estaba presidida por Emilio Pérez Touriño. "Seis años me permiten seguir manteniéndome al día de las reformas, pero a lo mejor 12 años lo harían muy difícil. Y al fin y al cabo, es mi profesión", indica sobre su reincorporación a la judicatura.

La que fue la primera mujer en presidir el Consello Consultivo de Galicia ve que la coyuntura actual, en la que "todo se centra en la economía", está llevando a que "a veces otros valores se desatiendan" y el de la igualdad es uno de ellos. "Siempre hay que estar empujando, porque si no fácilmente se olvida. Cuando escasean los puestos de trabajo, hay una cierta tendencia a tratar de hacer que las mujeres vuelvan al ámbito doméstico", lamenta al responder con un "sí" a la pregunta de si percibe riesgos para la democracia paritaria.