El juez del Juzgado de Instrucción número 5 de Palma, en funciones de guardia, ha impuesto una orden de alejamiento del centro de la capital balear, así como de toda la Playa de Palma y el Paseo Marítimo hasta Portitxol a siete mujeres, conocidas como 'claveleras', a las que ha imputado pertenencia a una organización criminal para ejecutar delitos de hurto tras ofrecer claveles a sus víctimas, principalmente, turistas.

En un comunicado, el Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha informado de que el juez ha acordado dejar en libertad provisional a las 13 personas detenidas en Palma de Mallorca, dedicados al hurto continuado, sobre todo, a turistas con la modalidad del 'clavel", si bien todas ellas continúan imputadas tras pasar esta tarde a disposición judicial.

Cabe recordar que los agentes de la Policía Nacional decomisaron a los detenidos dos escopetas, tres pistolas, numerosa munición para las armas de fuego, seis armas blancas de grandes dimensiones, un puño americano, así como 5.500 euros y numerosos billetes de nueve divisas extranjeras durante los diez registros domiciliarios que se llevaron a cabo, tras llevar a cabo las detenciones.

Al mismo tiempo, se intervinieron 14 plantas de marihuana, tres frascos de 'trankimazin', joyas y monedas de oro, numerosas cámaras de video y fotografía y teléfonos móviles, entre otros objetos de valor.

La Jefatura Superior de Policía de Baleares ha informado de que a través de la segunda fase de la 'Operación clavel', iniciada a finales del pasado mes de noviembre, se ha desarticulado un grupo organizado de mujeres que abordaban a sus víctimas, principalmente turistas, ofreciéndoles cualquier tipo de planta o flor a cambio de un donativo, momento que aprovechaban para sustraerles el dinero de sus carteras tras varias maniobras de despiste.

Además, ha revelado que se desplazaban a las Islas Canarias, cuando comenzaba la temporada alta de turismo y tras acabar la época estival en la isla balear.

Por otro lado, ha recordado que a finales de noviembre del pasado año 2012, en una primera fase de la operación, se realizaron 13 registros domiciliarios y fueron detenidas 20 personas, por pertenencia a organización criminal y delitos contra la propiedad, así como por un presunto delito de tráfico de drogas.

En aquella primera fase, según ha explicado la Policía Nacional, la mayor parte de las detenidas ingresaron en prisión y se dictó sobre ellas una orden de alejamiento de su área de actuación durante el tiempo en que durara el procedimiento judicial.

Este hecho, tal como ha destacado, hizo que se redujeran significativamente el número total de hurtos en la zona, si bien tras varias pesquisas, los agentes pudieron detectar la existencia de un segundo grupo de las denominadas 'claveleras' que, a diferencia de las primeras, actuaban en distintas zonas de la isla (zona centro, playa de palma, Alcúdia, Pollença, Inca, Manacor, Capdepera, Sóller, Sineu y Playas de Muro) e incluso se desplazaban a las Islas Canarias tras acabar la temporada estival en Mallorca, donde continuaban con su actividad delictiva.

La investigación transcurrió de manera coordinada entre los agentes de las distintas comisarías y se contó con la colaboración de las policías locales de las diferentes localidades implicadas.

"perfectamente organizados"

No obstante, los investigados adoptaban numerosas medidas de seguridad para evitar ser detectados, al tiempo que estaban "perfectamente organizados y tenían las tareas claramente diferenciadas".

Así, la Policía Nacional ha concretado que las autoras de los hurtos salían de sus domicilios divididas en subgrupos y se repartían las zonas de actuación, de modo que algunas de ellas utilizaban un vehículo a modo de lanzadera que las llevaba a las zonas más alejadas de la isla y, posteriormente, las recogía.

Las detenidas seleccionaban a sus víctimas, principalmente turistas y pasajeros de cruceros, que no conocían la ciudad ni el idioma y aprovechaban su descuido al realizar las visitas turísticas por la isla.

Concretamente, se acercaban a ellas y las distraían ofreciéndoles un clavel o en su defecto una flor o cualquier otra planta, a cambio de la 'voluntad' para hacerles abrir la cartera. Tras diferentes maniobras de distracción, sustraían a las víctimas el dinero de sus carteras.

La Policía ha indicado que mientras unas actuaban, otra de las integrantes del grupo se quedaba vigilando las proximidades para poder avisar de la posible presencia policial.

Además, ha recalcado que las ocasiones que han sido detectadas por las victimas, comerciantes o viandantes que advierten de su presencia, no han dudado en "intimidar de forma agresiva" a los mismos, para poder continuar así con su actividad.

Cuando los agentes accedieron a unos de los domicilios registrados, uno de los detenidos trató de hacerse con una pistola que tenía guardada, aunque los policías actuantes lograron neutralizarlo antes de que se hiciera con el arma. Los detenidos cuentan con antecedentes policiales, algunos de ellos incluso por delitos violentos.

La investigación ha sido llevada a cabo por la Comisaría de Centro de Palma de Mallorca, en colaboración con la Comisaría de Playa de Palma, Manacor y de las diferentes Policías Locales de Palma y otras localidades.