El Secretario de Formación, adscrito a la Secretaria de Educación, Rafael Simancas, ha manifestado este martes en Oviedo que el PSOE va a trabajar para que la ley de reforma educativa "no vea la luz" y se empleará a fondo para que no se generen más dificultades a la educación española.

"Vamos a atrabajar para que esta ley no sea aprobada en el parlamento, presentaremos una enmienda a la totalidad, intentaremos tumbarla y si se aprueba intentaremos que no entre en vigor y si entra en vigor la derogaremos en cuanto gobernemos", ha dicho Simancas.

Simancas ha ofrecido una rueda de prensa en la sede de la Federación Socialista Asturiana para valorar el anteproyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).

Ha indicado que el consejo de ministros ha aprobado una ley con pocos cambios respecto al anteproyecto, y lo esos pocos cambios que presenta han sido a peor. Además ha indicado que la reforma deja claro que el gobierno solo escucha a los obispos, y no escucha ni a padres, ni a profesores, ni a estudiantes, ni siquiera al Consejo de Estado.

"Todas estas estancias han pedido que cambien una ley segregadora, pero han echo caso omiso y nos imponen una ley con la que la enseñanza española será la que cuente con más recortes y desigualdad de toda Europa", ha dicho Simancas, que ha añadido que España será la campeona en "reválidas y catecismos" pero los últimos en "recursos para la enseñanza y profesores".

Así, el socialista ha indicado que esta ley retrotrae a la Edad Media educativa y supone graves amenazadas para el sistema educativo porque es una ley que segrega a alumnos con dificultades; que niega recursos a los centros públicos y se los proporciona a los privados; es la ley de los obispos que prioriza la Enseñanza del dogma religioso frente a la razón y además es la ley de los recortes.

"Con esta ley la educación española pasará de suponer el 5% del PIB al 3,9%. Estaremos a la cola de Europa en gasto educativo, estamos ante una ley mala y barata que supone sólo retrocesos", ha añadido.

Simancas ha criticado además la naturaleza del propio proceso de elaboración de la ley en la que no ha habido diálogo "con nadie salvo con los obispos". "Este gobierno no dialoga con nadie salvo con los obispos. Han hecho caso omiso incluso a buena parte de las recomendaciones del consejo de Estado", ha añadido.