Cerca de 300 personas, en su mayoría mujeres, han llevado a cabo un "escrache feminista", este jueves, ante el domicilio del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, para protestar contra la reforma de la ley del aborto, al grito de "hipócrita", "aborto libre y gratuito" y "nosotras parimos, nosotras decidimos" y con pancartas con mensajes como "Aborto legal para no morir" o "Madre libre. Los vientres libres harán hombres libres". En esa protesta dos personas mayores de edad han sido detenidas, según ha informado la Policía.

Los manifestantes, convocados a través de las redes sociales, se habían concentrado previamente frente a la sede madrileña del Partido Popular, en la calle Génova. Allí, algunos de los asistentes han cortado la calle durante varios minutos y se han sentado en el asfalto impidiendo el paso de los vehículos.

A continuación, este "escrache feminista", como lo han denominado, se ha dirigido a la vivienda del ministro, cuyo portal se encuentra custodiado por media docena de agentes de la Policía Nacional, en previsión de que la protesta iniciada en Génova, en torno a las siete de la tarde, finalizaría frente al domicilio, que han impedido que se acercasen demasiado.

De ahí se han dirigido a la calle Sagasta, donde se han vivido momentos de tensión y se ha mantenido algún forcejeo entre los asistentes y los agentes. Un joven ha sido conducido hacia un furgón policial con el rostro ensangrentado.

Esta concentración se ha desarrollado de manera simultánea en varias ciudades españolas, como Barcelona, Valencia, Oviedo o Sevilla. Ha sido en esta última, donde María Dolores García, representante de una de las asociaciones feministas convocantes, ha expresado el temor del colectivo a que se produzca un "retroceso ante la anunciada derogación de la actual ley del aborto".

En este sentido, reclaman la dimisión de Gallardón, al que exigen el derecho libre y gratuito al aborto para que no se produzca un "retroceso en el derecho sexual y reproductivo de la mujer".

En Barcelona, la concentración se ha prolongado durante más de una hora, lo que ha propiciado la organización de debates, donde se han relatado experiencias, y en Oviedo, la protesta se ha desarrollado entre bocinas, pitos y bajo una gran pancarta en la que se podía leer: "118.359 mujeres no son invisibles. No a la ley del aborto".