El municipio de Marina de Cudeyo ha puesto en marcha la Ruta del Marisqueo, un proyecto que tras varios meses de trabajo comienza ya a promocionar el turismo sostenible, el trabajo de las mariscadoras y el consumo de los frutos del mar de calidad, como las almejas finas de Pedreña. Con este ruta se desea atraer a los viajeros con gusto por el turismo marinero, que tiene "un gran potencial aún no aprovechado" en Cantabria.

Así lo han indicado este jueves la consejera de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria, Blanca Martínez, y el alcalde de Marina de Cudeyo, Federico Aja, en una rueda de prensa en la que han explicado que esperan "un rotundo éxito" de esta iniciativa, con la que se persigue atraer recursos económicos y, al tiempo, ensalzar "a las mujeres mariscadoras que son una parte muy importante de la historia y de la economía del municipio".

Este proyecto es fruto de la colaboración público-privada. Por un lado, del Plan de Dinamización del Producto Turístico de Marina de Cudeyo- que a su vez está formado por Turespaña, el Ayuntamiento y el Gobierno de Cantabria- y, por otro, de dos mariscadoras profesionales del municipio, cooperativas marisqueras, la hostelería local y la empresa Fun&Food, que se encargará de la comercialización de las rutas.

La Ruta del Marisqueo podrá realizarse de finales de mayo a finales de octubre. Las salidas se organizarán en grupos de 15 personas, que podrán disfrutar de esta experiencia "de transferencia directa del conocimiento del profesional al visitante" por precios que irán desde los 15 a los 50 euros, según la modalidad escogida a través de la web funandfood.com.es o el teléfono 942.311.189.

Una actividad completa

La ruta comienza en la senda costera, en uno de los puntos en los que puede verse a las mariscadoras trabajando. Una de estas profesionales y un guía de la empresa turística Fun & Food recogerán a los participantes en la ruta.

Después comenzará un paseo en el que se contarán historias y anécdotas del marisqueo en Marina de Cudeyo, las diferencias entre pasado y presente de esta actividad y los métodos que emplean los profesionales para distinguir los rastros que deja cada una de las especies.

A continuación, se llevará a los participantes a un 'alto' o zona de marisqueo, donde podrán llevar a cabo lo aprendido, pertrechados con el equipamiento necesario, como herramientas - rastrillo, rascadera, calderos-, botas de agua, chubasqueros, etcétera. Esta actividad, que durará aproximadamente una hora, será dirigida por la mariscadora, quien valorará al final las capturas realizadas y las devolverá a su hábitat, para contribuir a la conservación del fondo marino.

A continuación, el grupo proseguirá la ruta por la senda costera hasta las depuradoras de viveros y las cooperativas, donde podrán conocer el proceso mediante el cual los moluscos pueden ser consumidos con todas las garantías sanitarias e incluso adquirir alguno de los productos que haya disponibles.

Una vez realizada esta visita, la Ruta del Marisqueo presenta dos opciones: una degustación en un restaurante del municipio o un taller de cocina con marisco. Toda esta experiencia se puede completar acudiendo a alguno de los bares y restaurantes del municipio que se han adherido a la iniciativa incluyendo un menú especial asociado a la Ruta del Marisqueo.